May se topa con más piedras en el camino para un plan B de consenso para el ‘Brexit’
Theresa May trata de ultimar contra reloj un plan alternativo del Brexit que logre salir adelante en el Parlamento, en la votación del próximo 29 de enero. Con apenas dos días de margen –debe presentar la nueva hoja de ruta el lunes en Westminster–, la premier procuró acercarse ayer a ese objetivo reuniéndose con más de la mitad de sus ministros. May debe convencer no sólo a la oposición para respaldar su próximo programa para la salida del Reino Unido de la UE, sino también a los 118 diputados tories que votaron en contra de su acuerdo el pasado martes en la Cámara de los Comunes.
Como si su tarea no fuera ya lo suficientemente compleja, ayer se añadió una nueva piedra en el camino de May, al dar a conocer el diario Financial Times que el Reino Unido no ha podido cerrar ninguno de los tratados comerciales con terceros países que se proponía tener a punto para la fecha del Brexit. “Ninguno estará listo para marzo”, indicó a la publicación un funcionario familiarizado con un memorándum interno del Gobierno en el que se evalúan medidas de contingencia para el caso de una salida no negociada. Una información que, para el Partido Nacional Escocés, reduce a “añicos” la “justificación” de la campaña del Brexit del Ejecutivo.
Los reproches se unen a los procedentes de la propia bancada tory, encabezados por el mediático ex ministro de Exteriores Boris Johnson, que exigió a la premier volver a Bruselas a renegociar el acuerdo. Según Johnson, May recibió un “mandato” del Parlamento para regresar a la capital belga y decir a la UE que el Reino Unido “no acepta la salvaguarda irlandesa”.