“Ahora somos nosotros sus familias”
● Las residencias de mayores multiplican sus esfuerzos para hacer más llevadera la cuarentena a sus residentes ante las restricciones de visitas de familiares ● Las videollamadas, junto a talleres y actividades, sirven de gran ayuda
Las lógicas restricciones de visitas de familiares a las residencias de mayores han provocado que los trabajadores de dichos centros vuelquen sus esfuerzos, más si cabe, en hacerles más llevaderos estos difíciles momentos. El objetivo es que la falta de ese confort emocional que aporta la familia pase lo más desparcibida posible.
Desde residencias de mayores de la ciudad como DomusVi Montealto se trabaja para que el día a día de los mayores siga, en la medida de lo posible, con las mismas rutinas para que la cuarentena no suponga un cambio drástico para los residentes.
La directora de dicho centro, Lorena Campos, apunta que todo el equipo “afronta cada día con ánimo para transmitir a los mayores tranquilidad y cariño en estos momentos, en los que no pueden ver a sus familiares, en los que son los trabajadores los que se convierten en la familia de todos ellos”.
Durante estos días, el equipo técnico del centro, además de un curioso cuaderno de bitácora que envía por correo a los familiares, realiza actividades de musicoterapia y expresión corporal, talleres de manualidades y de estimulación cognitiva, gerontogimnasia, sesiones de cine y fisioterapia, al tiempo que se ha celebrado el Día del Padre y el cumpleaños de todos los residentes que nacieron en marzo.
De cara al mes de abril, están preparando actividades para Semana Santa y muchas más que a buen seguro harán la vida más agradable y llevadera.
Asimismo, se ha habilitado la posibilidad de mantener contacto con sus familiares a través de videollamadas, lo que les va a suponer una recarga de energía en estos días. “Todo esto siguiendo escrupulosamente los protocolos de prevención y de actuación tanto internos como los estipulados por las autoridades sanitarias para proteger a los residentes y también a los trabajadores. Se trata de que nuestros mayores, que se toman esta situación con tranquilidad, se sientan queridos, protegidos y cuidados y que sigan, en la medida de lo posible, con las mismas rutinas”, añade Campos.
Por su parte, la residencia de mayores San Juan de Dios de Jerez, perteneciente a la Orden Hospitalaria, también ha puesto a disposición de sus residentes tabletas con el fin de mantener una comunicación más cercana y fluida entre los usuarios y sus familiares a través de videollamadas, un procedimiento que en estos momentos es mucho más beneficioso para ellos que la llamada de teléfono tradicional.
Además de trabajar de manera exhaustiva de acuerdo a las medidas de prevención establecidas por el Ministerio de Sanidad para velar por la salud de los mayores ante esta emergencia, el equipo de profesionales del centro tiene entre sus prioridades mantener su bienestar emocional, algo fundamental en periodos de aislamiento como el actual.
Según el equipo de neuropsicólogos, terapeutas ocupacionales y expertos en la atención a mayores de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios en Andalucía, en una situación de confinamiento, no poder ver o contactar con los seres queridos puede producir a cualquier persona angustia y ansiedad; y en el caso de las personas mayores, esa incertidumbre puede acrecentarse hasta alcanzar niveles altos. “A través de la realización de este tipo de llamadas, ayudamos a los mayores a combatir la soledad y el aislamiento social, de forma que se genera mayor bienestar entre ellos”, afirman los especialistas. “Que un hijo, nieto o sobrino le recuerde durante estas videollamadas algún episodio de la vida del mayor del que salió airoso, como muestra de que superó aquello, resultará muy valioso para que sepan que esto pasará también, se convierte en un aporte de confianza y fortaleza para ellos”, expone el equipo multidisciplinar.
Gracias a estas experiencias, los residentes reducen el estrés, ya que les sirve de desahogo y logran sobrellevar la incertidumbre, compartiendo sus emociones y sensaciones. Asimismo, los profesionales procuran mantener las rutinas de los mayores, aunque extremando las precauciones para evitar posibles contagios.