Regreso de gaditanos atrapados
Un grupo vuela desde Uzbekistán y ya está en Sanlúcar una pareja que viajaba en un crucero
Los sanitarios de hospitales gaditanos que habían quedado atrapados en Uzbekistán tras el cierre de fronteras vuelan ya de regreso. Tras el cierre de fronteras de la Unión Europea el 17 de marzo y el cierre de las fronteras rusas al día siguiente por la crisis del coronavirus, estos profesionales de los hospitales de Cádiz y Jerez no tuvieron manera de regresar a España de un viaje turístico, que iniciaron el día 7 tras asegurarse que no había problemas.
Según señala el PSOE provincial en una nota, la diputada Eva Bravo ha estado “en contacto permanente con los afectados, sus familiares, el consulado y las autoridades españolas”. Carmen López, José Méndez, Javier Bua, Rosa Pacheco, Inmaculada Toro, Carmen Palacios y Juan Carlos Gallego vuelan en estos momentos hacia España tras unos días donde “se han vivido situaciones de inquietud”. Los sanitarios están adscritos al Centro de Transfusiones, Tejidos y Células de la provincia, con sede en el Hospital de Jerez, y a la
Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Puerta del Mar. Por otra parte, con casi una semana de retraso sobre la fecha prevista, pero ya está en casa la pareja de cruceristas de Sanlúcar que días atrás no pudo desembarcar en ningún puerto en el último tramo del viaje a bordo del Costa Pacífica. Los pensionistas Juan Manuel Mena y
María López viajaron a Argentina el pasado 29 de febrero para días después iniciar un crucero que hizo escala en los puertos brasileños de Río de Janeiro y Maceió, atravesó el Atlántico y ya no pudieron pisar tierra firme hasta que llegaron a Civitavecchia (Italia). La crisis del coronavirus trastocó los planes de la naviera.
El puerto de destino previsto era Barcelona, pero ni allíl ni en Marsella (Francia) ni en Génova (Italia) fue posible. Al final, fue efectivamente en Civitavecchia donde pudieron desembarcar, lo que les permitió tomar un avión en Roma a Madrid con escala en Barcelona. Ayer llegaron al aeropuerto de Jerez. Ante tantos contratiempos, la naviera se ha hecho cargo de todos los gastos de transporte y alojamiento, incluido el taxi hasta Sanlúcar. “Estamos muy agradecidos porque no nos faltó atenciones”, cuentan ya relajados en casa. El final feliz incluye un generoso regalo de la naviera: otro crucero con todos los gastos pagados más 300 euros por persona.