Diario de Jerez

Una media maratón en la terraza

El Covid-19 obliga a la cancelació­n de la prueba en Zaragoza y el atleta Agustín Moreno se lanza a correr en casa “Es un homenaje a todos aquellos que iban a participar”, señala

- Enrique Pérez (Efe)

Agustín Moreno Atleta Cada cierto número de vueltas cambiaba el sentido para evitar cargar los músculos”

“Dar más vueltas que una peonza” es una expresión que se utiliza para calificar a una persona que va de un sitio para otro sin hacer nada de provecho, algo que muchos podrían pensar que es lo que hizo el pasado domingo el atleta Agustín Moreno, pero nada más lejos de la realidad.

Al corredor de la Agrupación Deportiva Atletismo Zuera (Zaragoza) la crisis del coronaviru­s le chafó las ganas de disputar la Media Maratón de Zaragoza, prevista para el 22 de marzo. Y ante la imposibili­dad de lograrlo por el asfalto de la capital aragonesa, se le ocurrió la idea de hacerlo en la terraza de su domicilio coincidien­do con el horario de la prueba suspendida, a las 09:00 horas, para mandar un mensaje a todas aquellas personas que están recluidas en sus casas: “Quería hacer un homenaje a los atletas que iban a participar en el medio maratón y demostrar que en casa también se pueden hacer cosas y que no que hace falta salir a la calle para hacer deporte”.

Moreno, natural de Alloza (Teruel), es un veterano en la disputa de este tipo de pruebas. En su currículo está el haber corrido 18 maratones, entre ellos, la de Nueva York (quedó en el puesto 35 entre 60.00 corredores) o Berlín, donde obtuvo su mejor marca con 2:27.12, por lo que es un corredor avezado.

El circuito preparado para la medio maratón era la terraza del piso de Agustín, un rectángulo de cuatro metros de largo a los que había que sumar un metro más al dar cada curva. En total diez metros por vuelta por lo que, realizados los preceptivo­s cálculos, debía de dar 2.110 vueltas (aún le sobraron tres metros) para completar los 21,97 kilómetros que se deben recorrer en una prueba de estas caracterís­ticas: “Di alguna vuelta más por si acaso, prefería pasarme que quedarme corto”. “Me animaban y me iban preguntand­o que cuántas vueltas me faltaban y al final es una forma de llevar de buena manera el confinamie­nto”, comentó.

En el circuito estaban marcadas la salida y la llegada y en el mínimo recorrido había animación con globos y música para ayudar a pasar el trago.

Y si inédita era la prueba, digna del libro Guinness de los récords, no menos insólito fue el sistema de conteo de las vueltas, algo tan natural y sano como los garbanzos.

El atleta allocino debió contar previament­e y uno a uno los 2.110 garbanzos que correspond­ían a las vueltas que debía de dar, que en peso eran cerca de 600 gramos, con infinitas dosis de paciencia porque llegó incluso a recontar para confirmar que todo estaba correcto.

Agustín preparó bolsas de cien garbanzos. Cada una era un kilómetro y conforme daba una y otra vuelta iba descontand­o de la bolsa y dejaba el garbanzo en un cubo. Así, “infinitas” veces.

El reto no sólo era físico sino también mental. Porque en una carrera normal el atleta puede ir al ritmo que desee, pero en este caso “tenía que ser más lento para no tener que estar frenando en cada curva” y también por el cansancio psicológic­o que supone estar dando vueltas sin parar a un recorrido tan exiguo. Prueba de ello es que realizó el reto en 3:18.25, cuando su mejor registro es de 1:08 aunque, dadas las peculiares caracterís­ticas con las que tuvo que lidiar, era lo de menos.

“Cada cierto número de vueltas cambiaba el sentido de los giros para evitar que se me cargaran los músculos”, señaló Agustín Moreno, para el que el momento más duro de la prueba fue cuando durante un espacio de una media hora se colgó Instagram y no pudo recibir el apoyo de sus amigos que le estaban siguiendo por esta red social.

Al final el corredor turolense logró su objetivo y demostró que en situacione­s excepciona­les se puede tirar de ingenio para conseguir el objetivo. “La imaginació­n al poder”, que se decía en el emblemátic­o Mayo del 68.

Por cierto, si alguien se preguntó por el destino de los garbanzos, Moreno confirmó que serán debidament­e engullidos cuando pase la cuarentena para celebrarlo.

 ?? M.G. ?? Agustín Moreno, durante la carrera en su terraza.
M.G. Agustín Moreno, durante la carrera en su terraza.

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