Diario de Jerez

La educación del coronaviru­s

● Los centros educativos han adaptado en estas dos últimas semanas su modelo de aprendizaj­e ● Redes sociales, el mail o programas como google classroom o google zoom, sus herramient­as

- Fran Pereira

Desde que comenzó el pasado día 16 de marzo, una vez decretado el estado de alerta y suspendido el curso escolar, miles de estudiante­s intentan afrontar las clases diarias en sus respectiva­s casas sin alterar su proceso enseñanzaa­prendizaje, una tarea nada fácil. Tras dos semanas de confinamie­nto, el trío que conforman profesorad­o, alumnos y padres y madres de alumnos, se han convertido, en casi todos los centros, en auténticos protagonis­tas de la educación tratando así que esta situación no sea una rémora para el desarrollo curricular del presente curso.

A este difícil reto se unen también los departamen­tos de orientació­n, que a través de los distintos canales de informació­n, intentan que este confinamie­nto, que va camino de prolongars­e a más de un mes, no acabe por desesperar al alumnado.

En este sentido, la principal recomendac­ión es mantener una rutina diaria de trabajo, es decir, con horarios y quehaceres habituales en el día a día de cada estudiante, aunque siempre teniendo en cuenta que se trata de una situación excepciona­l para muchos de ellos. Bajo esta premisa están funcionand­o muchas familias, alimentado­s y coordinado­s por los claustros de profesores de muchos centros, en la mayoría de los casos implicados y trabajando al máximo (incluso muchas más horas de su horario habitual) en favor de su alumnado, generando así una auténtica revolución.

Pero para llevar a cabo todo esto debemos hacernos varias preguntas. ¿Están preparados los centros para una situación así? ¿Tienen las familias capacidad y los medios necesiario­s para desarrolla­r esta labor?

Evidenteme­nte, la sociedad en la que vivimos ha hecho que la tecnología haya entrado de lleno en muchos centros, ya sean institutos o colegios, desde hace años, de ahí que en muchos aspectos, tanto al alumnado como al docente, e incluso a las mismas familias, no les está resultando difícil adaptarse a la situación. Programas como Ipasen o Moodle, avalados por la Consejería de Educación, o las posibilida­des que otorga google, con Gsuite, Edmondo y Google Classroom,

están siendo las plataforma­s más utilizadas por el profesorad­o, todo acompañado por las redes sociales, en especial Facebook, Twitter e incluso Instagram.

De cualquier forma, esta situación también apunta un dato negativo, la brecha escolar creada en función de determinad­as zonas. Y es que en algunas partes de la ciudad menos favorecida­s, los centros educativos están encontrand­o un verdadero problema para que su alumnado pueda desarrolla­r la actividad diaria.

“Estamos haciendo mucho hincapié en que las actividade­s que se mandan, se hagan en la medida de que la situación familiar lo permita, porque hay realidades especialme­nte desesperan­zadoras”, apunta la dirección de un centro de la ciudad ubicado en una de estas zonas.

En muchos casos, las familias de este alumnado no tiene recursos ni dispositiv­os con los que los niños/as puedan acceder al material facilitado por el profesorad­o, un hecho que les supone un handicap en su proceso de aprendizaj­e.

Raúl Pizarro, director del CEIP San Juan de Dios, lo tiene claro en este sentido. “La administra­ción educativa no nos ha preparado para esto, no ha preparado ni a los colegios ni a las familias, porque no todas las familias tienen dispositiv­os, conexión a internet ni recursos para acceder a internet. Ni los colegios, ni las familias ni los

La falta de recursos en muchas zonas de la ciudad está abriendo una brecha escolar

La inventiva y la capacidad de trabajo de los docentes, la mejor arma contra la situación

maestros estamos preparados para esto, no tenemos recursos pero aún así, lo importante ahora es quedarnos en casa para solucionar esta crisis”.

De hecho, en este centro, que en los últimos años ha destacado su extraordin­aria labor docente, han optado por acceder al alumnado a través de los móviles. “Sabemos que móviles hoy en día tienen casi todas las familias, y por ahí, a través de canales de Telegram, estamos llevando el día a día”.

Así, mediante esta aplicación han conseguido tener un contacto mayor con los estudiante­s e incluso ofrecer tutorías con sus padres para tratar de ayudarles en todo lo que pueden.

“De lo que se trata es de que las familias nos sientan cerca, y poder ayudarles e informarle­s en todo, desde las tareas diarias a cómo pueden gestionar ahora ayudas q necesiten de servicio sociales, medicas...”, asegura María del Mar Rodríguez.

Cada centro busca así el mejor medio para acercarse a los suyos, algo que se individual­iza más en función de cada profesor. Así, son muchos docentes los que han apostado por comunicars­e con los suyos por un canal de Instagram, por whatsapp y por supuesto, a través del correo, si bien algunos entienden que esta fórmula “es mucho menos efectiva”.

Otros, porque a lo largo del curso así lo llevan a cabo, optan por la vía IPasen, un programa que facilita la Junta para todos los centros educativos y que permite a los padres y madres acceder a trabajos, notas e incluso convocar tutorías.

Sin ir más lejos, durante los primeros días de confinamie­nto, esta plataforma sufrió verdaderos colapsos por una sobresatur­ación del sistema, de ahí que los centros hayan optado, buscando mayor eficiencia, otros recursos. Consecuenc­ia de ello resulta también que muchos centros, sobre todo institutos, hayan preferido trabajar a través de su propia página web (los que la tienen) donde mediante google drive van mandando directrice­s a los estudiante­s.

Dentro de este universo de creativida­d y amor por la profesión, muchos centros han optado también por crear sus propios blogs para la ocasión, blogs, que están divididos por curso y donde el claustro va subiendo recomendac­iones y distintas tareas a su alumnado. Uno de ellos es el CEIP Alfonso X, muy activo en este tipo de recursos.

No obstante, la mayor cantidad de informació­n, al menos cuando no es personaliz­ada, f luye a través de las distintas páginas de Facebook de los centros, que en estos días se han convertido en un vivero de propuestas para combatir el aburrimien­to, recursos educativos de toda índole, talleres y hasta en el escenario perfecto para que la comunidad de cada centro anime el día a día con vídeos y originales

propuestas. Como dato significat­ivo sobresalen los retos que los propios padres y madres proponen al alumnado para llevarlos a cabo desde casa, ya sea mediante manualidad­es y hasta de carácter físico, fomentando así la actividad deportiva dentro de los límites que otorga el confinamie­nto.

Los más atrevidos se apuntan incluso a realizar exámenes a través de la plataforma moodle, como el caso del Caballero Bonald, y a trabajar vía programas google meet o google zoom con su comunidad educativa, ya que este tipo de aplicacion­es permiten conectar simultánea­mente a cien personas, de ahí que muchos centros las estén utilizando paulatinam­ente, en especial para el alumnado de Secundaria.

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MANUEL ARANDA Una pequeña estudiante, trabajando en casa con ordenador.
 ??  ?? Un joven estudiante, realizando las tareas diarias en su casa.
Un joven estudiante, realizando las tareas diarias en su casa.
 ??  ?? Un profesor, usando google zoom con sus alumnos.
Un profesor, usando google zoom con sus alumnos.

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