La crisis del coronavirus no frena el bombardeo israelí de Gaza
● El ejército israelí toma represalias por el lanzamiento de un cohete palestino y ataca puestos del movimiento Hamás
OTRO ENEMIGO. Las calles de Gaza vieron sensiblemente atenuada su actividad con las medidas emprendidas por las autoridades palestinas para combatir la propagación del Covid-19. Los camiones cisterna deambularon por las vías urbanas, que fueron esterilizadas con espray desinfectante. Palestina es uno de los destinos de Unicef para el reparto de mascarillas y otros suministros contra el coronavirus.
Como respuesta a un disparo de cohete, el Ejército israelí bombardeó en la noche del pasado viernes puestos del movimiento islamista Hamás, que controla la bloqueada franja de Gaza, tras el primer altercado con el enclave palestino en plena crisis del coronavirus.
Aviación y tanques israelíes alcanzaron una infraestructura subterránea y localizaciones militares de Hamás en el norte de la franja, informó el Ejército de Israel y confirmaron fuentes del enclave, que escucharon fuertes explosiones.
Los bombardeos se produjeron después de que militantes desconocidos lanzaran un proyectil hacia Israel, que no provocó heridos.
El Ejército israelí informó de la activación de sirenas antiaéreas en las localidades colindantes con Gaza, una secuencia que se repite durante los picos de tensión entre Israel y los grupos armados del enclave.
Sin embargo, desde la crisis del coronavirus los enfrentamientos entre Israel y las milicias de Gaza han disminuido relativamente, del mismo modo que han descendido los sucesos en los territorios palestinos de Cisjordania y Jerusalén Este, aunque se mantienen las fricciones diarias.
En la franja, uno de los territorio más densamente poblados del mundo con un deficitario sistema sanitario, se han registrado 9 de los 82 casos palestinos por coronavirus, la mayoría en Cisjordania con la única muerte hasta el momento.
En Israel, más de 3.000 personas han dado positivo y 11 han muerto con Covid-19 hasta ahora.
Organizaciones internacionales y locales temen que una expansión del Covid-19 en Gaza genere una emergencia humanitaria ya que el enclave, tras más de una década de restricciones en la entrada de material básico, sólo tiene 60 camas de cuidados intensivos y entre 50 y 60 respiradores artificiales.