El Rey alerta de que todavía quedan “tiempos difíciles”
Don Felipe celebra un insólito Día de las Fuerzas Armadas, sin desfiles ni actos castrenses por la alarma y el luto oficial
Felipe VI cree que España es “un gran país que encara siempre de frente las dificultades, por importantes o graves que sean, y las sabe vencer”, y lo dice tras advertir de que, aunque se solvente la crisis del coronavirus, “aún quedan por superar tiempos difíciles,
SE ha abierto una guerra que pretende acabar con la cúpula y el prestigio de la Guardia Civil por lo que ésta se defiende y prefiere que dimita el ministro Marlaska. No habría que minusvalorar la gravedad de la situación de la que no hay precedentes en España. El relato sería el siguiente: el presidente Pedro Sánchez, muy amigo del Delegado del Gobierno en Madrid, pide a Marlaska que consiga información sobre el atestado que la Guardia Civil había enviado a la judicatura, desde donde se filtran datos sobre las incidencia del Covid durante la manifestación de 8-M. Marlaska, a su vez, se la pide a la directora María Gámez, quien inicia una sucesión de llamadas tiempos que nuevamente nos ponen a prueba”.
El Jefe del Estado aprovechó ayer la conmemoración del Día de las Fuerzas Armadas para lanzar “un mensaje de esperanza y confianza en nuestro futuro” a los ejércitos y también a “toda la sociedad española” que, con su “esfuerzo y sacrificio”, ha logrado desde el coronel Pérez de los Cobos hasta su tercero Santafé. Tenientes y varios generales hacen un pacto entre ellos para que Marlaska reconozca la injerencia y su dimisión. Intentaron conseguir la implicación de la Policía cuya respuesta se espera. De momento, el ministro Grande-Marlaska que la situación generada por la pandemia haya “mejorado notablemente”.
Y al mismo tiempo hizo hincapié en la “profunda identificación del pueblo español con sus Fuerzas Armadas que, en esta situación, las ha sentido como suyas a su lado más de nunca” cuando, remarcó, “estamos superando la crisis sanitaria más importante de nuestra historia reciente”.
Fue una celebración insólita del Día de las Fuerzas Armadas, sin desfiles ni actos castrenses por el estado de alarma y el luto oficial por las miles de víctimas del Covid-19, pero con la plena implicación de su jefe supremo, quien confesó que no quería faltar a una cita “muy querida y anhelada” por él.
Su aportación consistió en una larga multiconferencia desde la sede del Mando de Operaciones de la Base de Retamares (Pozuelo de Alarcón) con militares en operaciones en territorio nacional, en el exterior y con mandos de unidades participantes en la operación Balmis desplegada por Defensa para combatir el coronavirus. todos los españoles”. Su agradecimiento, en nombre propio y de toda la sociedad, lo hizo llegar en las conexiones que mantuvo con mandos de unidades destacadas en España –desde Melilla hasta Valencia pasando por Canarias, Torrejón de Ardoz o el pabellón de Ifema donde estuvo el hospital de campaña del Covid-19- y también en el exterior.
Desde fuera de España le pudieron explicar sus respectivas misiones mandos desplegados en lugares tan remotos como Lituania, Iraq o el Líbano, así como desde la fragata Numancia ,en aguas del Golfo de Adén.
A bordo de este buque, el contralmirante Ignacio Villanueva, jefe de la operación Atalanta, le detalló algunos pormenores de su misión de lucha contra la piratería por el litoral somalí, y el Rey le sorprendió al interesarse por la familia de este marino, que reside en EEUU.