Oro, un buen refugio para las crisis
La gemóloga y tasadora Isabel Lebrón analiza el mercado de la compra de este metal y avanza que volverá a venderse como en 2008
Una tasadora augura que tras el verano “los jerezanos venderán por necesidad”
un valor refugio muy importante y muy seguro. Cuando mis padres empiezan con las joyerías se compra un kilo de oro a 6.000 euros y ahora a 52.000 euros –el año pasado el kilo de oro de 24 quilates valía 35.000 euros–. Es la época de vender oro. Yo no soy bróker pero lo que dice las estadísticas es que es un valor muy seguro”.
Lebrón es gemóloga y tasadora de joyas y comenzó en el negocio en 2008. “Mis padres se dedicaban a la joyería. Mi padre vio que no se estaba vendiendo y tuvimos que diversificar el negocio. Yo estaba trabajando en un banco de empeño y mi padre me preguntaba mucho. Le expliqué y fue mi hermano Manuel el que tuvo la idea de montar tiendas de oro”, cuenta.
Comenzaron en 2009 y llegaron a tener por España unas 30 tiendas, “sabiendo que era un negocio perecedero, que cuando terminara la crisis había que quitarla y seguir trabajando en nuestro negocio que es vender necesidad. Volvemos a ese 2008 y 2009 cuando se comenzó a comprar”, declara la profesional.
“No tenemos un perfil de cliente fijo, hay de todo. Ha vendido mucho oro las personas mayores para ayudar a sus hijos, porque de toda la vida ha habido una creencia de que el oro es dinero, y siempre se ha tenido una cadenita. Eso ha salvado a muchas familias”, explica Lebrón.
La gemóloga y tasadora de joyas subraya que “nosotros estamos especializados y seguimos aquí por la profesionalidad que tenemos y porque todos nuestros empleados están formados por mí. Sí, antes si decías ‘compra de oro’ te trataban de usureros. Pero no lo veo así. Yo veo que puedo ayudar a la gente, y además ese pensamiento se ha ido diluyendo. Tenemos unas leyes que hay que cumplir y las cumplimos a rajatabla”.