Conciliar deporte y
Cuando el deporte revise su historia, como ha hecho la revista Time en el especial 100 mujeres del año, es probable que el perfil de Serena Williams emerja como nombre dominante. Por el palmarés que construyó tras haber pasado parte de su infancia en un barrio marginal de Los Ángeles y por su compromiso lejos de las líneas que delimitan la cancha.
Muchas veces ha alzado su voz contra el racismo o en favor de la igualdad. Pero Serena Williams es madre, tenista y empresaria. La conciliación no es sencilla. De hecho, confiesa sentirse “exhausta y estresada”, con la pequeña Alexis Olympia en brazos, mientras espera turno para saltar a la pista. “Entonces tengo que salir a jugar y soy yo la que se siente inspirada por todas esas mujeres que lo hacen cada día”, ref lexiona. Todavía son pocas las deportistas de alto nivel que han decidido cruzar el umbral de la maternidad.
La atleta española Anna Comet comparte su visión: “Lo que más cambia es la organización y el tiempo que tienes. Tiene que caber todo lo que hacía antes, con un crío en medio”. Ella suele entrenar y trabajar por las mañanas. “Por las tardes me coordino con mi marido y nos alternamos, un día cada uno, para estar con el niño y trabajar”, puntualiza. Establecieron ese pacto antes del nacimiento de Gil, para que Comet pudiese proseguir su carrera deportiva. “Ahora vendrán unos años más de competir a tope. Estoy teniendo una buena época a nivel deportivo y profesional y tengo ganas de aprovecharlo. Luego, ya veremos si vamos a por otro”, bromea la ganadora del maratón Transgrancanaria.
El retorno de Comet al deporte fue “muy positivo”, acompañado de victorias y de podios de prestigio, que le han valido la llamada de la selección española pocos meses después de dar a luz. La catalana atribuye su nivel a las “adaptaciones fisiológicas y psicológicas” que experimentó tras el embarazo. “La ansiedad que solía tener antes, ahora no la tengo. Esto me ha hecho ser paciente, entrenar bien, y eso se ve reflejado en los resultados. A nivel emocional, ser madre me ha quitado mucha presión, porque las prioridades cambian mucho. Estoy disfrutando como nunca”, revela.
Comet es una de las deportistas que se han beneficiado de la línea de subvenciones que la Subdirección General Mujer y Deporte del Consejo Superior de Deportes (CSD) ofrece en España “por nacimiento, adopción o acogimiento (entre otras ayudas sociales como son la conciliación familiar y la formación académica) a mujeres que tengan la consideración de deportistas de alto nivel”. La ayuda consiste en el pago directo de 3.000 euros a cada deportista de alto nivel que haya sido madre en el año inmediatamente anterior a la convocatoria. En 2019 se concedió esta ayuda a nueve mujeres. En 2018, a 12 deportistas.
Casos como los de las piragüistas Teresa Portela o Maialen Chourraut han contribuido a normalizar una realidad que parecía reservada para después de la vida deportiva, si bien otras voces siguen considerando incompatibles la maternidad y el deporte. “En mi caso, por el deporte que hago, por lo peligroso que es”, apunta la motociclista Laia Sanz. “Yo no podría ir a un Dakar teniendo a un hijo o a una hija en casa. En el momento en que decida ser madre, como mínimo, aparcaré un tiempo mi carrera”, advierte.
A ese parón impuesto por el embarazo sumó la regatista Blanca Manchón su indignación por la pérdida de algunos de sus patrocinadores. “El problema no es que una empresa retire un patrocinio por una ausencia de competición por embarazo. Hay que profundizar más y concienciar de las peculiaridades del deporte femenino. Y entender que en esos momentos es cuando más ayuda necesita una deportista que vive de su profesión con un sueldo normal”, demanda la sevillana. “Puedo entender que una empresa