Trump se revuelve contra el triunfo de Biden, que tiene una clara ventaja y sólo espera la confirmación oficial
El candidato va ganando también en Georgia, Nevada y Arizona Trump sigue sin asumir su derrota y las principales cadenas de TV le cortan su denuncia gratuita de fraude en el recuento
Joe Biden acaricia un poco más desde ayer –tres días después de las elecciones presidencialesen EEUU– el sillón del Despacho Oval gracias al sorpasso del candidato demócrata en los estados de Georgia y Pensilvania, donde si culminara su triunfo se colocaría a tan solo un compromisario de la presidencia, tras asegurarse los 16 de Georgia y sumar un total de 269 de los 270 necesarios delegados precisos.
El aspirante a la reelección empezó por imponerse en Georgia, pero, a medida que los votos por correo se iban contando, Biden recortaba cada vez más las distancias. Ayer amaneció con una diferencia de 1.775 votos, pero pronto se acortó ese margen: a 665 papeletas, primero, y a 463, poco después. A media mañana, Biden tomaba la delantera por 917 votos.
Sin embargo, el secretario de Estado de Georgia anunció que habrá un recuento de los votos en ese territorio ante lo ajustado de los resultados. “Con un margen tan estrecho, habrá un recuento en Georgia”, dijo Brad Raffensperger.
Biden planeaba dar anoche un discurso a la nación, aunque ello dependía de la evolución del conteo electoral, en el que va por delante también en los estados clave de Nevada y Arizona.
Las peores noticias le llegaron ayer a Trump desde Pensilvania. A las 14:50 (hora española), Biden se colocaba por delante por más de 5.000 votos. Si ganara finalmente ese estado, Biden conseguiría los compromisarios suficientes para llegar a la presidencia, sin importar el resultado de los demás estados.
Los republicanos de Pensilvania presentaron ayer una petición urgente al Tribunal Supremo para que se aparten los votos por correo recibidos después del día de las elecciones en un intento de que sean anulados.
Trump resiste mientras tanto más como un tigre enjaulado en su derrota que como gato panza arriba.
Incapaz de asumir que ha perdido laselecciones, algunas de las principales emisoras de televisión de Estados Unidos, como ABC, CBS y NBC, cortaron al unísono su discurso en horario de máxima audiencia, mientras hasta la mismísima Fox News, la referencia informativa del Partido Republicano, desmentía las graves acusaciones de Trump sobre la integridad del recuento devotos.
La ruptura en el canal de noticias conservador se está haciendo más profunda cada vez que Trump repite sus acusaciones de fraude electoral. “No hemos visto nada que constituya un fraude o un abuso del sistema”, decía el corresponsal de la Casa Blanca para Fox News, John Roberts, en directo desde la misma sala de prensa en la que segundos antes habló el presidente.
En el plató de informativos, en Nueva York, los presentadores repetían una y otra vez. “No hemos visto ninguna prueba”.
Horas después, en los programas de opinión nocturnos, la presentadora de Fox News Laura Ingraham daba un giro de 180 grados y cuestionaba en un editorial que se contabilizara el voto por correo al afirmar que “EEUU debería conocer al ganador la noche de las elecciones o la siguiente mañana”.
La misma emisora, el canal in
Sólo la Fox cuestionó en un editorial que se contabilizara el voto por correo
formativo de pago más visto, asumió una gran tensión la noche electoral del martes tras declarar a Biden ganador de Arizona antes de que lo hcieran otros medios.
Mientras, las tres grandes emisoras en abierto –NBC, ABC y CBS– cortaron y desmintieron con contundencia el discurso de Trump en pleno directo.
“Tenemos que interrumpir a Trump porque el presidente ha hecho una serie de afirmaciones falsas”, decía en directo el periodista Lester Holt, presentador de
NBC Nightly News, uno de los tres informativos más seguidos de la televisión en abierto.
Lo mismo hacía David Muir, el conductor del informativo más seguido del país con 8 millones de espectadores diarios, el ABC
World News Tonight.
“Simplemente no se ha presentado prueba en ninguno de estos estados de que existan votos ilegales”, decía.
A continuación, el periodista explicaba que por la pandemia del coronavirus el voto por correo había aumentado rompiendo récords, más de 100 millones de estadounidenses votaron anticipadamente, y eso prolongaba el escrutinio.
La CBS, tercera en audiencia, iniciaba una verificación de datos mientras Trump terminaba su discurso, y desmintió todas sus acusaciones de “fraude” y “corrupción del sistema”.
Más contundentes fueron los servicios informativos de la radio pública estadounidense, la NPR, al señalar que “Trump de nuevo reclamó falsamente la victoria en las elecciones de 2020. No ha ganado. Los votos se siguen contando”.
Por su parte, los canales informativos de pago CNN y MSNBC, conocidos por sus posiciones más liberales, hablaban con dureza: “Qué noche más triste para Estados Unidos”.