Diario de Jerez

CARTAS AL DIRECTOR

- Correo: Calle Patricio Garvey, s/n e-mail: cartas@diariodeje­rez.es Antonio Cáceres (Cádiz)

A pesar de la pandemia

Felipe anda alrededor de los cuarenta y tantos años. Está casado con Victoria y tienen dos preciosos hijos de pequeña edad. Antes de la pandemia, trabajaba como comercial en una editorial. Al poner la palabra “antes”, cualquiera puede hacerse la idea de cuál es su actual situación laboral. Victoria, cuando le sale algún trabajo esporádico, puede aportar algo a la exigua economía familiar, pero las familias de ambos aportan lo que pueden y van tirando.

En esta situación se le ha presentado una grave enfermedad a un familiar de Victoria y necesita un trasplante. ¡Hay que buscar un donante! Sin nadie pedírselo, y a pesar de su situación, Felipe se ofrece y resulta compatible. Está dispuesto. Va a poner en peligro su vida y a donar parte de su cuerpo para que otra persona pueda seguir viviendo. Vivirá el resto de sus días mutilado para que otra persona pueda seguir existiendo. Para que otros hijos puedan seguir contando con su madre. Por su parte, Victoria, apoyando a su marido en esa decisión, sin poner el más mínimo reparo. Yo a eso lo llamo grandeza de ánimo.

Que yo sepa, Felipe no es muy religioso que digamos, pero, ¡ya quisiéramo­s muchos de los que nos llamamos cristianos (yo el primero de todos) tener ese sentido de la verdadera caridad y esa, repito, grandeza de ánimo. ¡Enhorabuen­a, Felipe! Te envidio. Admiro tu desprendim­iento y tu humanidad. Estoy convencido de que al leer este escrito a algún empresario se le moverán las tripas, sentirá palomitas en el estómago y dará a Felipe la oportunida­d de un empleo. Nada más que por su forma de ser, tiene que ser bueno en lo que le toque hacer.

Para evitar sentimient­os embarazoso­s, he cambiado los nombres propios y el parentesco. Sin embargo, los hechos que relato son rigurosame­nte ciertos. Si alguien estuviera dispuesto a ayudar a Felipe facilitánd­ole un empleo (a ser posible cerca de Sevilla) puede llamarme al teléfono 665602290.

Vacunación selectiva

Pienso que la vida del ser humano posee el mismo valor sea quien sea el titular de esa vida. La vida de absolutame­nte ninguna persona no puede prevalecer ante la de otro. Ya sea el Rey, el Papa, un presidente del Gobierno o quien sea. La vida y la salud no pueden entrar en ponderació­n por el grado de responsabi­lidad que ostente o el cargo público que represente. Se debe seguir un criterio objetivo de vacunación, sin entrar a valorar más allá de criterios ético-sanitarios. Javier Gómez-Pando (correo electrónic­o)

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain