Recta final para evitar un derrumbe
● Urbanismo dice que “se está terminando el procedimiento administrativo” para apuntalar la fachada de la finca en ruina que colinda con las calles Argüelles y Juana Jugán y dice que se actuará “a partir de febrero”
El riesgo de derrumbe de una finca que hace esquina entre las calles Argüelles y Juana Jugán parece tener los días contados. Se trata de una finca que lleva ya cerca de tres años (32 meses para ser más concretos) en peligro de derrumbe de su fachada tras registrarse el desplome de los techos de las viviendas de la finca.
Se trata de una finca con cuatro viviendas de pocos metros cuadrados y dos locales, también pequeños. Tuvo que ser acotada con unas vallas por parte de Infraestructuras cuando se agrietó la fachada y cayó parte de ella al exterior en mayo de 2018.
Un año después de producirse esta incidencia los vecinos ya denunciaron la “lentitud” con la que, según dijeron, Urbanismo estaba llevando este asunto, y recordaron que a pocos metros de la zona acotada hay un colegio, el Padre Torre Silva, más conocido como Oratorio Festivo, y que por delante de las paredes de la finca pasan andando muchos niños a diario.
Los techos de esas viviendas se derrumbaron en mayo de 2018 y se abrió una grieta en la fachada, circunstancia que llevó a un matrimonio, cuya vivienda es colindante con la que sufrió el derrumbe de los techos y que son propietarios también de un garaje en la parte de la finca vallada que no presenta problemas de derrumbe (ubicada en la calle Argüelles), a denunciar la situación en el Ayuntamiento.
Tras esa denuncia, técnicos de Urbanismo acudieron a la finca para analizar la gravedad de la situación y comprobaron que se había producido un derrumbe parcial del forjado de la planta baja, y también confirmaron la existencia de otras muchas deficiencias en el inmueble, entre ellas la posibilidad de un derrumbe de sus muros hacia el exterior ya que, como queda dicho, se observaba que había una grieta importante en la fachada.
Por todos estos motivos se procedió, como actuación de emergencia, al vallado de la zona afectada, tanto por la calle Argüelles como por la calle Juana Jugán .
De hecho, en esta última calle se tuvo que poner una señal de prohibido aparcar frente a la finca porque la valla de seguridad impide la circulación de vehículos si enfrente hay coches aparcados.
El vallado, además, obligó a cortar el tráfico en la calle Argüelles, que recientemente ha sido asfaltada y para ello se han tenido que retirar las vallas, que tras las denuncias de los vecinos han sido cambiadas por otras y sustituidas las luces de emergencia, que por cierto no funcionan.
Además, el Ayuntamiento adoptó la medida de desalojar del inmueble a un matrimonio de personas de una avanzada edad que seguía residiendo en la vivienda, a los que se les buscó acomodo en una residencia de ancianos.
Urbanismo tomó hace más de un año la decisión de actuar en la finca para derribar los techos y apuntalar las fachadas. Todo ello, tras los problemas que tuvo para localizar a los propietarios de la finca, al tratarse de personas que la abandonaron hace ya bastantes años, e incluso algunos de ellos no consta que residan actualmente en Jerez.
Ante esta tesitura y a la vista del incumplimiento de las medidas preventivas que se ordenaron a los propietarios que sí fueron localizados, se decretó la ejecución subsidiaria de las obras de consolidación que eran necesarias en la finca, esto es, que el Ayuntamiento se encargaría de derribar los techos y apuntalar las fachadas con cargo posterior a los propietarios.
Pues bien, parece que los trámites avanzan y el apuntalamiento de la fachada está ya cerca. Al menos eso se interpreta de la última versión dada por Urbanismo esta misma semana sobre el futuro de la finca: “Se está terminando el procedimiento administrativo de ejecución subsidiaria para que el
La obra se hará con carácter subsidiario, es decir, la pagarán los propietarios
Ayuntamiento pueda realizar las obras de apuntalamiento de la fachada de la finca de la calle Argüelles, para poder dejar libre la calle al tráfico de viandantes y de peatones. Se prevés que estas obras se puedan iniciar a partir de febrero”.
Esta es, textualmente, la última versión de Urbanismo sobre la actuación en esta finca, que según se puede interpretar, dentro de algo más de un mes comenzarán las tareas para acabar con el riesgo de derrumbe.