Máxima responsabilidad entre los responsables cofrades
Un buen número de hermanos mayores se pronuncian con sus vivencias en esta Cuaresma tan triste y complicada
A falta de tres semanas escasas para llegar al pórtico que abre la Semana Santa, esta redacción cofrade ha querido hacer una ronda de opiniones entre algunos mandatarios cofrades. Hermanos mayores que viven y sienten sus hermandades y que, en muchas ocasiones, se encuentran sumidos en la soledad del cargo que ostentan. Esta pequeña encuesta ha sido aleatoria. No pueden estar los más de cuarenta cofrades que forman parte del pleno, pero sí se ha querido escoger a mandatarios de días distintos de la Semana Santa. Con este sondeo es más que razonable pensar que el resultado de sus vivencias se puede extrapolar a otros hermanos mayores y de esta forma sacar las conclusiones que se pretendía al decidir llevar a cabo esta pieza informativa.
Los máximos responsables de las cofradías jerezanas se muestran serenos, responsables y, sobre todo, con una mirada al Cielo. Son conscientes de que es la mano de Dios la que escribe toda esta historia cargada de sufrimiento, de enfermedad y de hasta perdida de seres queridos. Profundizan y en un gesto de madurez cristiana dejan a un lado lo que siempre le ha gustado al cofrade: hacer protestación de fe en las calles de la ciudad bajo el anonimato de una túnica nazarena. Son tiempos muy complicados. Ni tan siquiera podemos analizar qué nos deparará el futuro. Toda la sociedad se encuentra en un crítico ‘estado de incertidumbre’. A pesar de todo, los hermanos mayores prosiguen con sus trabajos diarios en sus corporaciones. Motivando a sus hermanos, organizando con sus juntas de gobierno actos cultuales, rezos, ref lexiones y todo tipo de actividades que también ayuden a paliar las escasas arcas de las tesorerías.
Una vez más, los responsables cofrades sacan a flote su madurez como cristianos y dejan a un lado lo que podría ser ahora supletorio, como son las procesiones, para asimilar qué debemos sacar en claro de todo este tiempo cargado de negritud y angustia. Esta ha sido la respuesta de encuestados.
El Cristo
Carmen Alonso es la hermana mayor del Cristo de la Expiración. Ha sido la última en llegar al conocido quinteto de hermanas mayores que ya forman parte del pleno. Esta circunstancia será cada vez más frecuente en nuestras hermandades. Y las cofradías se tienen que felicitar por este hecho. A unas horas de la celebración del Día Internacional de la Mujer, dejando a un lado las connotaciones puramente políticas, se ha de afirmar que la llegada de las hermanas mayores saneará todo este mundo de las cofradías. Mucho queda por delante y muchas serán las parcelas en las que las hermandades comenzarán a mejorar. No cabe la menor duda. Pero prosiguiendo con Carmen Alonso como máxima mandataria de la hermandad de San Telmo, comenta que “aunque sea una Cuaresma diferente, hay que disfrutarla y vivirla con alegría y mucha fe”. Y añade además que “sobre todo con la esperanza puesta de que la próxima sea como siempre”.
El Consuelo
Para Juan Luis Vázquez, hermano mayor de la hermandad del Consuelo, esta Cuaresma está cargada de “sensaciones extrañas, sentimientos encontrados, por un lado deseando que llegue el Domingo de Resurrección. Y por otro, procurando disfrutar de cada momento viviendo a fondo cuantos actos llevamos a cabo”. Hay que reseñar de que la hermandad del Consuelo se encuentra fuera de su ámbito de actuación como es su barrio del Pelirón. Desde hace ya unos meses, la hermandad tiene su sede en el convento de las Hermanas de la Cruz, un instituto católico que está estrechamente hermanado con la corporación del Miércoles Santo.
La Borriquita
Juan Miguel García Pérez es el hermano mayor de la Borriquita. Una hermandad especialmente sensibilizada con este tiempo que será recordado siempre por la pandemia, pero también por haberles tocado vivir un momento inigualable como es la Coronación Canónica de Nuestra Señora de la Estrella.
Para García Pérez se trata asumir “tiempos muy difíciles. Esta pandemia nos trae la oportunidad de plantearnos cómo estamos viviendo, cada uno de nosotros, nuestra vida. Creíamos que todo estaba dominado por nuestra parte, que éramos autosuficientes, y al final esto nos damos cuenta que no podemos ni tan siquiera quedar para una cerveza”. Poco se puede añadir a estas palabras cargadas de sensatez. Además, el hermano mayor de la cofradía lasaliana añade que desde el punto de visto cofradiero, se está viviendo “con la incertidumbre de qué podrás organizar por el miedo a las aglomeraciones y los aforos. Pero nuestra función estará siempre en rezar a nuestros queridos Titulares, para que todo esto acabe”.
Fátima
En la hermandad de Fátima tampoco la pandemia ha pasado desapercibida. Su hermano mayor, Jesús Caro, comenta al respecto que “a cada gota de alegría por saber que las vacunas están llegando y poco a poco se va viendo la luz al final de este maldito túnel nos acompaña otra gota de enorme tristeza por pasar otra cuaresma más sin lo que más nos gusta a los cofrades como son nuestras estaciones de penitencia”. Una cofradía, la de Fátima, que sigue creciendo sin parar en un barrio como el de La Constancia y la Barriada de España. Siempre con esos lazos de confraternidad que han mantenido con el cuerpo de bomberos gracias a la cercanía del parque con la parroquia de Fátima.
Esperanza de la Yedra
En La Plazuela se prepara todo para celebrar el quinario dedicado al Señor de la Sentencia y Nuestra Señora de la Esperanza de la Yedra Coronada. Este año no será en Madre de Dios por problemas de aforo y la hermandad ha decidido acudir de nuevo al templo hermano de San Miguel. De hecho, las imágenes ya se encuentran en San Miguel desde el pasado sábado. Manuel Hurtado es el hermano mayor de la cofradía de la Madrugada. Es directo cuando se le pregunta a la realidad de cómo se está viviendo esta Cuaresma en la hermandad verdiblanca. “Mi frase sería la de darle gracias a Dios por poder celebrarla aunque sea sin pasos en la calle. Todo llegará y no perdemos la Esperanza”, afirma Hurtado con sentido de la responsabilidad y buen criterio.
“Creíamos dominar todo y ahora no podemos quedar ni para tomar una cerveza”
Judíos de San Mateo
Por último, en San Mateo también se están viviendo horas bajas. Este año, en la magnífica casa de hermandad de los Judíos, no se
verán estas clásicas colas de hermanos para sacar la papeleta de sitio. Cofradía elegante donde las haya y hermandad durante todo el año en el viejo barrio de intramuros. Paco Zurita es su hermano mayor. Para él, como máximo responsable de una hermandad tan grande, se trata de “un regalo del Señor para pararnos a pensar cuánto nos amó y cómo debemos amar para ser verdaderos cofrades”. No se puede decir más en menos palabras.
Como corolario de este reportaje donde se ha querido palpar las vivencias y lo que pasa por la mente de los máximos responsables de la hermandades jerezanas, unos versos del mismo Zurita que en un vídeo colgado en su perfil de las redes sociales, reflexiona diciendo: “Que si por amor tu mueres / en una cruz de dolor / llevaremos ese amor / donde más se necesite / allá donde el mundo grite / que le hace falta, Señor”. Y culmina el poema diciendo: “Y aquellos que nos dijeron / que no habrá Semana Santa / gritará nuestra garganta / que aunque las puertas no abrieran / por aquellos que sufrieren / aunque el que sufra sea ateo / Dios murió en un monte hebreo / y por Él volvió la vida / será la mejor salida / que recuerde San Mateo”.
“Dar gracias a Dios por poder celebrarlo aunque sea sin pasos”