Dos de cada diez andaluces rehúsan vacunarse con Astrazeneca
La semana acaba con 45.000 dosis menos puestas del fármaco anglosueco que de Pfizer y de Moderna La evolución de la pandemia
Aunque los médicos y los farmacéuticos insisten en que los beneficios de la vacuna de Astrazeneca superan con mucho los riesgos que acarrea no ponérsela, la población está sucumbiendo al miedo provocado por esa escasísima proporción de personas víctimas de trombos y de la confusión provocada por el vaivén en la indicación del fármaco anglosueco. De administrarse en primera instancia a los grupos profesionales más expuestos con menos de 55 años ha pasado a una indicación exclusiva para la población entre 60 y 69, pasando por dos recomendaciones distintas en el entretanto.
Estos vaivenes políticos y el sinfín de polémicas surgidas casi desde su autorización están pasando factura en la aceptación del fármaco. La consecuencia no se ha hecho esperar y de ahí que el 20% de los andaluces haya rechazado la vacunación con Astrazeneca, según informó ayer el consejero de Salud, Jesús Aguirre. Este inyectable, que hasta esta semana estaba siendo administrado entre el personal sanitario con menos exposición al coronavirus del grupo 3 y a los profesionales esenciales del grupo 6 –policías, militares, docentes, entre otros– ha desembocado en una limitación estricta para los sexagenarios, cuyo recuento en esta semana vacunal arroja la administración de 98.000 dosis.
En comparación con la marcha del proceso de vacunación entre personas de 70 a 79 años, a quienes se les inocula solamente las fórmulas de ARNm (Pfizer y Moderna), la plasmación del rechazo a Astrazeneca se revela con la comparación numéricamente de las 122.000 dosis puestas a la población septuagenaria desde el lunes hasta ayer. De la resta, teniendo en cuenta la disponibilidad de casi el mismo número de dosis en ambos casos desde el 31 de marzo –unas 200.000–, salen unas 20.000 personas menos vacunadas con el controvertido producto angloseco. A esta cifra deben sumarse las 25.000 dosis de ARNm administradas a los octogenarios. La diferencia total son unas 45.000 dosis menos.
A la espera de lo que suceda con la población con menos 60 años con una dosis ya puesta de Astrazeneca, algo que estará decidido antes de que a los primeros vacunados les toque la segunda –a principios de mayo–, las autoridades
sanitarias siguen tratando de calmar a la población con el fármaco anglosueco. Ayer mismo, la Agencia Española del Medicamento (Aemps) informó de que en España se han vacunado hasta el 21 de marzo un total de 985.528 personas
con de Astrazeneca, de las que sólo 1.792, el 0,18%, han notificado haber sufrido efectos adversos, sobre todo fiebre, cefalea y dolor muscular, informó ayer Efe. Los trombos son muchos menos y menos aún las muertes.