Mariupol es aislada con 350.000 ucranianos sin víveres ni agua
Kiev admite que no tiene opción de reforzar la defensa de la ciudad Moscú estrena un misil hipersónico con 2.000 kilómetros de alcance
Las autoridades ucranianas admitieron ayer que no tienen posibilidades de reforzar la defensa de la ciudad de Mariupol, fuertemente atacada por los rusos y donde hay 350.000 personas aisladas, sin acceso a comida o agua potable procedente de Ucrania. Olexij Arestowytsch, asesor del presidente Volodimir Zelenski, dijo que las fuerzas más cercanas están a más de 100 kilómetros de distancia o ya involucradas en luchas con el enemigo. “Actualmente no hay una solución militar para Mariupol. No es sólo mi opinión, es también la de los militares”, aseguró.
Durante la jornada de ayer hubo nuevos ataque rusos a Mariupol
y una de las más grandes plantas siderúrgicas de Europa quedó casi totalmente destruida. “Están muriendo ancianos y niños. La ciudad está destruida, es como su hubiera sido borrada del mapa”, dijo el policía Michail Wershnin en un mensaje de viídeo difundido por medios de comunicación.
Aunque las tropas rusas no efectuaron avances significativos, la muy posible toma de Mariupol supondría un espaldarazo a las intenciones del Kremlin de no dar marcha atrás. No sólo blindaría el bloqueo marítimo que sufre Ucrania y que imposibilita que numerosos países reciban productos primarios como trigo o aceite de girasol, sino que alzaría la moral de un Gobierno en shock por el fracaso de su ofensiva rápida.
El Gobierno en Kiev anunció que se han abierto diez corredores humanitarios para la evacuación de la población civil de las zonas de guerra. Uno va de Mariupol en dirección a Zaporiya. Otros cuatro van de la región de Luhansk (este del país) a Bachmut. Otras rutas salen de pueblos y aldeas alrededor de Kiev.
Rusia anunció que ha utilizado por primera vez en el país vecino misiles hipersónicos Kinzhal, una de sus armas más modernos, para golpear un almacén militar en el oeste ucraniano. El Ministerio de Defensa ruso aseguró ayer que la aviación del país había destruido un depósito subterráneo con misiles y munición aérea en la localidad de Deliatin, en el oeste de Ucrania. El “gran depósito subterráneo de misiles y munición aérea” fue destruido en la región de Ivanko-Frankovsk, señaló el portavoz de la cartera, Igor Konashenkov, quien agregó que en la operación fueron empleados misiles Kinzhal.
El Ejército ucraniano confirmó en declaraciones al diario Ukrainskaya Pravda el ataque ruso contra el almacén de Deliatin, pero no pudo decir si este se efectuó con los misiles Kinzhal.
“Hubo declaraciones sobre el Kinzhal, del que están orgullosos los rusos, pero nosotros no sabemos qué tipo de arma fue usada y aún no lo podemos confirmar”, dijo un portavoz castrense.
El misil hipersónico ruso de alta precisión fue presentado al mundo en marzo de 2018, cuando se efectuó también el primer ensayo con esa arma, que, según Moscú, es capaz de burlar cualquier escudo antimisiles. Kinzhal (daga en ruso) tiene un alcance de más de 2.000 kilómetros y una velocidad diez veces mayor que la del sonido. Una de las principales características del misil ruso es la capacidad de maniobrar permanentemente durante su trayectoria, lo que dificulta al máximo su interceptación.
Zelenski, a su vez, insistió ayer en tener conversaciones “significativas” de paz y de seguridad con Moscú, y de lo contrario, Rusia “tardará varias generaciones” en recuperarse de las pérdidas, advirtió. “Unas negociaciones significativas de paz y seguridad para nosotros, Ucrania, son la única posibilidad para Rusia de reducir el daño que ha provocado con sus propios errores”, dijo en un mensaje de vídeo.
Aseguró que Moscú y Kiev han acercado “al máximo posible” su postura sobre el estatus neutral de Ucrania con respecto a la OTAN, mientras que están a “mitad de camino” en las conversaciones sobre la desmilitarización de ese país, que constituyen dos de las demandas clave de Rusia.
Kiev avisó, no obstante, de que las partes pueden tardar aún varias semanas en llegar a un acuerdo, pese a “ciertos indicios” de avances que se vislumbran en la negociación.
Zelenski insiste en tener conversaciones “significativas” de paz y de seguridad con Moscú