Nómadas digitales: el trabajo no es un sitio, es un resultado
● El Grupo Joly, en colaboración con la Fundación Cajasol, organizó esta jornada técnica, donde se solicitaron múltiples cambios sociales, políticos y legales para avanzar en el plano laboral
Nómada. Dícese de la persona o animal que va de un lugar a otro y no se establece en ningún sitio de forma permanente. Los nómadas digitales son una tendencia laboral y el Grupo Joly, con la colaboración de la Fundación Cajasol, ha querido plasmar las vivencias personales de estos actores en el ámbito del teletrabajo, organizando “una jornada que nos motiva y nos interesa a todos”. Personas que trabajan 100% on line, que van cambiando de destino y pueden llegar a tomar hasta 60 vuelos al año. Que comparten recursos y experiencias; hacen quedadas
En caso contrario se puede caer en el fenómeno conocido como burnout o síndrome del trabajador quemado, que desde enero está reconocido como enfermedad laboral por parte de la Organización Mundial de la Salud. “Yo me he quemado mucho trabajando presencial y digitalmente. Lo que contamos aquí, que suena súper atractivo, no es tanto así”, confiesa Isabel Raya. La fatiga de la videollamada, con reuniones desde la 13:00 a las 00:00, sin tiempo ni siquiera para ir al baño, y la lentitud de las instituciones en todo el proceso que estamos viviendo pueden afectar a los niveles de ansiedad y estrés.
“Cuesta muchísimo desconectar. El móvil es una extensión de nuestro brazo. Desconectar es levantarse y tomar un café o darte una vuelta. Si no descansas, eso se acumula y no mola nada”, reconoce Sara Cantos, cofundadora de Telework Andalucía, que ayuda a que empresas y ayuntamientos se adapten al teletrabajo y atraer talento deslocalizado por el Mundo, para lo cual queda aún mucho camino por recorrer en España.
“El mundo digital es maravilloso y no te limita, pero hay que equilibrar muchísimo a nivel personal, de disciplina de horarios”, concluye Isabel Raya, que cree que en el futuro se impondrá el modelo híbrido: ir a la oficina y teletrabajar. “Es necesario disfrutar de un entorno laboral también. Flexibilizar los modelos de trabajo, pero también asegurar esa parte social. Somos personas”, sentencia.
Una vez comenzó la pandemia, Bermudas fue el primer país que lanzó un visado para nómada digital y a partir de ahí empezaron a hacerlo otros países. Los participantes en las jornadas coincidieron en que existen buenos destinos para trabajar en remoto. Lisboa, Miami, Barbados, Dubrovnik, Malta, Chipre, Buenos Aires, Madeira o Canarias son algunas de las mejores ciudades del mundo para trabajar a distancia. Málaga sigue escalando posiciones ¿y Sevilla? “¿Por qué Lisboa es la número 1 y Sevilla la 123? Quien
quiera resultados a corto plazo que vaya comprando kleenex…”, avisa Sara Cantos en clara alusión a las instituciones que no se están esforzando lo suficiente para conseguirlo.
“Hay muchos países que están muy adelantados, como Portugal, Estonia, Rumanía, el Reino Unido, que ofrecen muchas facilidades para, en poco tiempo y con gastos mínimos, instalarse allí. España me encanta, Sevilla me encanta, pero a corto plazo no me planteo volver porque a nivel de oportunidades y de crecimiento no hay color. Ahora mismo no veo volver si no cambian ciertas cosas”,
confiesa con resignación Jaime Pichardo.
“Hay mucha dificultad para regresar a España una vez que te marchas porque es difícil igualar las condiciones económicas y laborales que consigues fuera de España. Hay que buscar una empresa extranjera y trabajar en remoto desde España”, argumenta Pilar López.
Así, las reivindicaciones de los nómadas están claras. Hacen falta cambios sociales, políticos y legales. “No ha dado tiempo todavía. Las organizaciones están empezando a replantearse y cada una está intentando lidiar con lo suyo. Falta muchísimo”, expone la fundadora de Yerba Buena Social Minds. “Está todo por hacer. Está el pensamiento, pero del pensamiento a la acción hay un trecho. El tema de la administración en España es un lastre porque ralentiza mucho el proceso”.
En este sentido con la Ley de Startups, aprobada por el Senado y que regresará al Congreso antes de entrar en vigor, el nómada será considerado como teletrabajador internacional. Todos consideran la medida positiva, pero tardía. “La carrera mundial para ser territorio nómada empezó hace un año y medio y vamos muy tarde. Hay que hacer labor de concienciación. Hace falta una cambio de mentalidad en la administración pública. De manera aislada se trabaja más lento”, critica la cofundadora de Telework Andalucía.
Cerró la jornada Magdalena Trillo, que alabó el interés de entidades como la Fundación Cajasol en impulsar y potenciar este tipo de jornadas, del que “salen ideas constructivas que bien podrían servir para las candidaturas de algunos candidatos de las próximas elecciones municipales”. Un debate muy constructivo para dar forma a estos nuevos modelos laborales que van emergiendo.
Con la Ley de Startups, el nómada será considerado teletrabajador internacional