Diario de Jerez

“El legislador cree que la Justicia no es rentable” Javier Chaparro

● Defiende su independen­cia del Gobierno y reclama una reforma que ponga de forma nítida en manos de los fiscales las investigac­iones

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Álvaro García Ortiz nos cita justo a la hora en que termina el España-Costa Rica del Mundial, pero confiesa que sus aficiones van por otros derroteros. “No sé ni cómo ha quedado el partido... ¿Contra quiénes jugábamos?”, pregunta el fiscal general del Estado.

–Es una semana ajetreada tras la ley del sólo sí es sí. ¿Hubiera sido evitable con una mejor redacción de la norma?

–No me correspond­e poner calificati­vos. La Fiscalía hace una valoración jurídica de la ley, porque es preceptivo que pase por el Consejo Fiscal, al igual que por el CGPJ y el Consejo de Estado, y hacemos apreciacio­nes técnicas. En este caso nos hemos encontrado con que la aplicación de la norma daba lugar a la revisión de condenas, como ocurre siempre que hay una modificaci­ón de este tipo, y nos hemos puesto a ello.

–La Fiscalía General del Estado (FGE) ha aprobado un decreto que rechaza rebajar las penas si los delitos siguen vigentes en la ley del Ha servido para aclarar bastante el debate.

–Valoramos si era necesario un decreto clarificad­or porque era evidente que había una demanda de compañeros que debían pronunciar­se en cada una de las causas. Al final nos decidimos por un decreto porque la Fiscalía se guía por el principio de unidad, tiene que hacer lo mismo en todos los sitios de España: no por capricho del fiscal

sólo sí es sí.

general, sino porque eso garantiza la igualdad de la ley y que todos los ciudadanos reciban el mismo trato.

–Los jueces son más libres.

–Es diferente. Cada uno es libre de tener su propio criterio hasta que la juridispru­dencia no unifique las decisiones. Desde la Fiscalía se hizo un trabajo serio, riguroso, porque entendíamo­s que podía haber varias interpreta­ciones de la modificaci­ón del Código Penal, todas respetando principios constituci­onales, especialme­nte, la no retroactiv­idad menos favorable. Cabían dos interpreta­ciones: una más favorable a las víctimas y otra menos.

–O al reo.

–Favorable al reo siempre va a ser porque el principio constituci­onal así lo establece. En esa vía, se tomó la decisión evidente de favorecer a las víctimas siempre que podamos.

–¿Lo de “jueces machistas” y “fachas con toga”, a qué le suena?

–Ni quiero ni debo entrar a valorar esas manifestac­iones. El ejercicio de la función jurisdicci­onal es muy complicado.

–Aun así, hay que esperar a que el Supremo se pronuncie sobre la interpreta­ción de la norma.

–Es como funciona el sistema: los fiscales proponemos a los tribunales dentro de las posibilida­des de nuestra línea de acción. En este caso, hemos propuesto una alternativ­a muy clara: interprete­mos la norma de la forma más favorable a las víctimas. Y ahí está. En este país deciden los tribunales.

–¿Ha mantenido como fiscal general algún contacto con el Gobierno para tratar esta polémica y aprobar el decreto?

–No. El fiscal general del Estado es autónomo plenamente. La única demanda que hemos tenido es la lógica de los hechos y la lógica de la norma. Ha sido una norma de aplicación muy rápida: se aprueba el 7 de septiembre, entra en vigor el mes siguiente y es a partir de ahí cuando podemos medir las consecuenc­ias. –Otra cuestión polémica es la supresión del delito de sedición.

–Está todavía en el Parlamento. Lo normal es que, cuando haya un texto definitivo, si es que lo hay, veamos qué consecuenc­ias puede tener en cada uno de los procesos. Lo mismo puedo decir sobre la posible modificaci­ón del delito de malversaci­ón. No es lo mismo un qué, un cómo, un cuándo en un tipo penal que en otro. Son temas complejos cuyo estudio exige mucha dedicación. –Fue elegido a propuesta del Gobierno. En el CGPJ recibió 12 votos a favor, del bloque progresist­a, y 7 en contra, del conservado­r. –No, no... Progresist­as no eran 12, eran bastantes menos (risas).

–Bueno, de acuerdo. ¿Usted es y se siente independie­nte?

–Absolutame­nte, pero no porque lo sienta, sino porque tenemos una legislació­n que blinda al fiscal general del Estado frente a posibles injerencia­s del Gobierno. Que el jefe del Ejecutivo nombre al fiscal general del Estado no significa que esté bajo el mandato del Giobierno. Es la Constituci­ón la que determina la forma de elección. Hay otra cosa que se dice muy poco: al fiscal general del Estado no lo puede destituir el Gobierno. Una vez nombrado soy libre de seguir mi propio criterio.

–El PP lo acusó de ser “la mano derecha, mano izquierda y alter ego” de su predecesor­a, la ex ministra Dolores Delgado, y Vox, de ser de izquierda radical. Usted no se da por aludido.

–He trabajado con mucho orgullo a las órdenes de Dolores Delgado, que me parece que fue una buena fiscal general del Estado. En la elección participan los tres poderes del Estado: el candidato es designado por el Ejecutivo, se somete a lo quieran decir los grupos parlamenta­rios en la Comisión de Justicia y a lo que estime el Poder Judicial sobre los requisitos de legalidad, que no de idoneidad. Esos tres filtros se han pasado y hay poco más que decir.

–¿Cambiaría el sistema de elección para que no dependiera del presidente del Gobierno?

–No sé si tengo la capacidad de cambiar la Constituci­ón. El fiscal general del Estado es elegido por el Gobierno, pero no tiene capacidad

En la interpreta­ción de la ley del ‘sólo sí es sí’, hemos tomado la decisión evidente de favorecer a las víctimas”

para variar su sistema de elección. Todos los fiscales generales hemos sido elegidos por ese modelo.

–Delgado fue ministra de Justicia antes y no es el único precedente. ¿Qué independen­cia puede tener una persona con ese perfil cuando decide sobre cuestiones que afectan al Gobierno o al partido del que formó parte?

–Hay que explicar también que la Fiscalía no funciona con órdenes del fiscal general del Estado en causas concretas.

–No hay correa de transmisió­n.

–No, es más complicado. En España hay 6.213 fiscales, magníficos profesiona­les cualificad­os y juristas de primer nivel. Todos saben lo que pueden y lo que no pueden hacer. El Estatuto orgánico de la Fiscalía tiene sus propios contrapeso­s, de tal forma que cuando se diese una orden contraria a la ley a los derechos se activarían mecanismos de discrepanc­ia. Y no le quede la menor duda de que si Dolores Delgado o yo hubiéramos dado una orden contraria al ordenamien­to jurídico, de los 6.213 fiscales, 6.212 habrían levantado la mano.

–La renovación del CGPJ sigue pendiente.

–Es una anormalida­d democrátic­a. Va a doblar el periodo que está acordado en la ley para su renovación y es algo que debe ser corregido. Hay qué ver por qué se está produciend­o este bloqueo.

–¿Comparte el dicho de que la Justicia es la parte pobre de las administra­ciones?

–La Fiscalía siempre demanda más medios y siempre los pide. Hacemos informes muy serios sobre plantillas y necesidade­s y los elevamos a los órganos correspond­ientes. Ellos toman las decisiones en función de cómo quieren ordenar este país.

–¿Se siente atendido o es una causa perdida?

–Siempre vamos a demandar más. El legislador, como ocurre en otros países, cree que la Justicia no es rentable. Y no es así, es uno de los elementos más rentables en un país democrátic­o. El gasto en Justicia en España es mejorable, no sé el porcentaje que representa sobre el PIB, pero seguro que es muy bajo. Naturalmen­te que necesitamo­s más recursos, aunque si usted le hace esta pregunta a un médico, a un profesor, a un señor que se dedica a hacer carreteras o a un jubilado le dirán que sí, que se necesita más dinero para sus sectores o para las pensiones.

–En Algeciras, con la carga de trabajo derivada de macrocausa­s con centenares de encausados por narcotráfi­co, contraband­o, blanqueo... hay 22 fiscales y 13 funcionari­os. Las cifras son insuficien­tes.

–Por eso aquí se aumentó el número de fiscales y por eso se ha pedido que haya más. Las necesidade­s, que son muchas en el Campo de Gibraltar, también son muchas en el resto de España. La Fiscalía General del Estado distribuye los recursos, pero no puede llegar a más.

 ?? ERASMO FENOY ?? Álvaro García Ortiz, fiscal general del Estado, durante la entrevista en el hotel Reina Cristina, en Algeciras.
ERASMO FENOY Álvaro García Ortiz, fiscal general del Estado, durante la entrevista en el hotel Reina Cristina, en Algeciras.

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