Concentración del PP para que dimita Montero
Los diputados y senadores del PP se concentraron a las puertas del Congreso para reclamar la dimisión de Irene Montero y para exigir que se rectifique ya la ley del sólo sí es sí. A la protesta, sin Alberto Núñez Feijóo, se unieron diputados de Vox. Liderados por sus portavoces en el Congreso y el Senado, Cuca Gamarra y Javier Maroto, los
“prohibir” que se diga “fascista” en el hemiciclo, lo que interpretó como “una limitación de la libertad de expresión”. En esa posición está Jaume Asens, de los comunes, que opinó que prohibir términos como “fascismo” o “comunismo” no es el camino.
Muchos siguieron ayer enzarzados en la polémica por las palabras de Irene Montero contra el PP culpándole de fomentar la cultura de la violación.
Para muchos llueve sobre mojado populares exhibieron una pancarta que rezaba “No a la rebaja de penas por delitos sexuales ¡Rectificación ya!”. Tras la concentración, Gamarra anunció que su grupo pedirá la reprobación de la titular de Igualdad y enviará una carta al Gobierno para denunciar las “indignas” palabras en las que les acusó de promover la cultura de la violación. Por su
y, como señaló Joan Baldoví, de Compromís, con los ánimos tan caldeados quizá no fue apropiado hablar así a los populares.
Desde EH Bildu, Jon Iñarritu señaló a Vox para hablar de “brutalismo parlamentario” y lo relacionó con una “estrategia planificada que busca montar el pollo” y que, a su juicio, nada tiene que ver con otras descalificaciones escuchadas en la Cámara.
En cambio, el socialista Odón Elorza es partidario de evitar expresiones parte, la aludida respondió a la petición de dimisión que “lo importante no es lo que se haga” contra ella, sino “que la violencia política no va a parar”: “Al contrario, va a ir a más”, dijo. Montero señaló que es “una estrategia de la derecha y la extrema derecha para tratar de destruir la vida y condicionar los avances democráticos”.
que “no sean debidamente entendidas aunque tengan explicación académica” como “cultura de la violación”.
Los de Ciudadanos censuraron sin paliativos a la ministra de Igualdad por ofrecer “un espectáculo bochornoso” con el efecto colateral “perverso”, avisó Edmundo Bal, de que al final no se habla de los temas que importan: “Insultar a quien piensa diferente y crispar no es una posición constructiva”.