“Hay que invertir en mejorar la conectividad media en Andalucía por alta velocidad”
● Arturo Bernal defiende que en Andalucía los políticos pierden demasiadas energías en enredos estériles ● Asegura que los empresarios serán corresponsables en todas las materias turísticas
De la gestión tributaria a director de Turismo del Ayuntamiento de Málaga. El economista Arturo Bernal (1969) se estrenó en 2004 en un área en la que ya es experto. Cuatro años después, unió su camino al de Elías Bendodo, el hoy número 3 del PP. Primero en el Consistorio, luego en la Diputación, donde fue director general de Turismo y Planificación. Finalmente, en la Junta, como consejero delegado de Extenda. Un perfil técnico para ejercer de político. Con competencias plenas sobre las tres áreas que el presidente, Juanma Moreno, le ha encomendado gestionar.
–Ahora es usted el que toma las decisiones y las primeras que ha tomado no han dejado de ser controvertidas.
–Cuando uno quiere resultados distintos tiene que hacer las cosas de otra manera. Cuando hay un mover los cimientos genera resistencia y hay damnificados, es lo normal. Pero yo nunca he hablado de personas, sino de proyectos, de objetivos y así lo hice cuando empezamos a seleccionar los equipos. Tenía claro qué quería y las personas que me iban a ayudar en ese camino. Mi conocimiento de los agentes principales tanto de la cultura como del deporte y el turismo están muy vinculados a mi área de acción de los últimos años, que ha sido la Costa del Sol. Y ahí me fijé para buscar a esos compañeros de viaje. En Turismo se produjo un encaje bueno, en Deportes, básicamente, se le ha dado continuidad al que dejó Javier Imbroda, que en paz de descanse, y en
Cultura era necesario territorializar mucho más el esfuerzo que se había hecho. He recibido un gran legado y lo reconozco, pero tenía todo el derecho de intentar llevarlo a una nueva cota.
–El problema es que cuando se aguarda el reparto de consejerías se espera que el designado barra para casa. Si se nombra un consejero de Turismo de Málaga con la Costa del Sol como gran potencia andaluza.
–Ha habido tradición de que el consejero fuera malagueño y en otros momento no ha sido así.
Tienen que hablar los hechos y dejar trabajar. No se puede prejuzgar a ninguna persona. Andalucía es una gran potencia turística con una gran base de singularidad cultural que nos hace más atractivos. Pero también de singularidad patrimonial natural y el negocio sol y playa que es el origen de todo. No podemos negar que el primer destino turístico es la Costa del Sol, representa más del 40% de toda la oferta. Pero eso no significa que barra para casa, ni mucho menos.
–Y si Málaga se hace con el vuelo a Nueva York que también pretendía Sevilla la conjura se completa.
–Ahí se produjo una especie de tormenta perfecta. Soy malagueño de adopción y veo las cosas de otra manera en ese sentido. Cualquiera que entienda cómo se conjuga este negocio o como se desarrollan las negociaciones de conectividad, el papel fundamental lo tienen los directores de los aeropuertos. ¿Los destinos qué aportamos? El aspecto complementario de ocio que tiene ese aeropuerto para que sea atractivo y la estabilidad institucional, que el operador es capaz de percibir cuando ve que en una mesa estamos el Ayuntamiento, la Junta y el Estado. Cuando se produce una disensión como ésta no se entendió. Creo que fue un poco artificial, porque estamos en el proceso electoral de las municipales y hay mucha tensión política. Pero la Junta nada tuvo que
La cultura debe ser sostenible. Ningún creador quiere vivir del apoyo continuo de la subvención”
ver en la decisión final que tomó la compañía United Airlines.
–Mejor que lleguen los turistas a Barajas y que viajen luego a Andalucía en AVE y así nadie se pelea aquí.
–Lo dice como una broma, pero no es ninguna tontería. Y quiero que se entienda. A cualquier ciudad o país que vayamos, salvo grandes urbes como Madrid o París o Londres que tienen varios aeropuertos, lo normal es que haya un aeropuerto internacional y luego una conectividad en destino a través de ferrocarril. Tenemos la suerte de una red de alta velocidad fantástica. No digo que el aeropuerto deba estar en Barajas, creo que Andalucía debe haber un gran aeropuerto internacional, y ya lo tenemos, es Málaga, y luego otros que estén bien conectados en el ámbito regional, incluso con destinos en la media distancia. Sevilla es un caso típico, con más de 5 millones de viajeros. Pero creo que deberíamos enfocarnos en una conectividad distinta. Desde el aeropuerto internacional de Málaga a Santa Justa en Sevilla, una hora en AVE puerta a puerta o incluso el aeropuerto de Madrid puerta a puerta con Sevilla, dos horas, por ejemplo. Es un capítulo a invertir, en la conectividad media de toda Andalucía a través de trenes de alta velocidad. Entrar en otra cosa sería forzar los grandes mausoleos del pasado. Todo alcalde quería tener su gran centro de exposiciones, su gran aeropuerto, su gran obra faraónica que le perpetuara. Creo que esto hay que pensarlo no con una visión de cuatro años sino de quince o veinte. Andalucía debe operar en global no para cada provincia. Perdemos mucho cuando nos dividimos, en el agravio, en la comparación. Tenemos una comunidad tan rica que perdemos muchos recursos y muchos esfuerzos, sobre todo los políticos, con estos enredos que no nos llevan a ningún sitio.
–200 millones de presupuesto en Turismo, 80 más que el año pasado. Ferias, campañas de promoción, siempre a la busca de turistas asiáticos, norteamericanos de alto poder adquisitivo. La teoría la conocemos. Usted dice que llega con nuevas ideas. ¿Qué podemos esperar?
–Una actividad económica se basa en tener un buen producto, un buen canal de comercialización y un buen canal de promoción. Tenemos un buen producto, aunque hay que adecuarlo constantemente a las necesidades de la demanda. Con él debemos generar mayor sostenibilidad. El mercado nos da oportunidades. Los canales son fundamentales, tenemos muy buena red en los países donde tenemos la mayor cuota de mercado, que son los europeos y que lo tenemos prácticamente conquistado. Pero tenemos que ir a otros. La geopolítica global nos dice que nuestros clientes, que aún no han nacido, van a conformar la clase media mundial en el Asia del Pacífico dentro de veinte o treinta años. Y para tener una posición de ventaja hay que empezar a ir ahora. A China, India, Malasia, Filipinas, Singapur, Vietnam... mercados que conforman ese gran núcleo donde no sólo estamos centrados nosotros. Reino Unido, Estados Unidos y Australia acaban de hacer una liga mundial para controlar esa gran área. Y por supuesto Norteamérica es prioritario para nosotros. Añado dos más, el Asia central y Oriente Medio. Nos va a costar tiempo, pero es que nuestros planteamientos son a largo plazo. El 65% de la clase media mundial va a estar en esa zona del mundo en 2035 o 2040, no es dentro de mucho tiempo.
–Los servicios son fundamentales, muchos los aportan los ayuntamientos, que carecen de suficiente financiación. Pero se opone a la tasa turística.
–No me quiero fijar en los ejemplos que dicen que en toda Europa hay ciudades que la tienen, y otras no. Tenemos mecanismos para resolver ese problema, somos empáticos, pero no hay que hacerlo a través de un impuesto
Tenemos que generar una actividad multidisciplinar, no sólo en las artes plásticas, también en las escénicas”
El ex portavoz municipal de IU Antonio Rodrigo Torrijos ha estado casi trece años sometido a cuatro instrucciones judiciales (Sevilla Global, Fundación de Sevilla, Mercasevilla y Fitonovo), que han quedado en nada, bien porque en su día fueron archivadas o porque en los dos últimos casos han acabado con sendas sentencias absolutorias. La última absolución se ha conocido esta misma semana, cuando la Fiscalía de la Audiencia Nacional le ha retirado los cargos en la causa por las mordidas de Fitonovo, en la que inicialmente fue acusado de hasta cinco delitos (cohecho, prevaricación, malversación de caudales, tráfico de influencias y falsedad documental). En esta entrevista, repasa las vicisitudes que le han acompañado en este largo proceso judicial, se muestra convencido de que hubo una –guerra jurídica– en Sevilla para acabar con el gobierno en el que participaba IU, y habla de los que considera responsables de esas graves acusaciones que la Justicia ha desmontado con rotundidad casi trece años después.
–Después de más de una década sometido a estas causas, ¿qué sensación le queda?
–Mi sensación desde el punto de vista político, y humano también, es que ganan los malos. Yo creo que este último caso cierra y confirma lo que en origen se produjo en 2009-2010: una operación para sacar del gobierno de la ciudad a la fuerza transformadora que había marcado la agenda social en Sevilla (IU), que había conseguido por primera vez que la política presupuestaria y fiscal del Ayuntamiento produjese una transferencia de rentas de capital a rentas sociales, porque lo habitual es que se hiciese siempre al contrario.
Hubo una ofensiva perfectamente planificada y organizada en la que jugó un papel importante cierto sector mediático, lo que yo llamo la caverna, y por supuesto fue financiada en mi opinión por sectores financieros e inmobiliarios a quienes estorbábamos.
En ese contexto hubo dos elementos curiosos. Uno, objetivamente en mi opinión, la señora magistrada Alaya favoreció esa operación, pero además hubo, ahora que estoy aprendiendo el Derecho, un beneficiario a título lucrativo, que se llamó Juan Ignacio Zoido, al que le hicieron la campaña.
–¿Y qué papel tuvo la juez Alaya en su opinión?
–En mi opinión, la señora Alaya hizo dos instrucciones muy importantes en este proceso. Una que comenzó en 2009, que fue radiada, televisada y casualmente acompasada a los ritmos electorales de la ciudad, en la que yo había
–Los malos, usando un eufemismo absolutamente castizo, no es nada satánico ni perverso, es una expresión con la que intento identificar que siendo legítimo, la gente que consideraba que sus intereses estaban siendo vulnerados por una práctica de intervención política de la cosa pública en defensa del interés general, se organizan para evitarlo. Esto no es nada nuevo, ahora todo el mundo habla de
se escandaliza con Lula, Dilma Rousseff, Evo Morales o Cristina Fernández de Kirchner, pero Sevilla fue un laboratorio de
en el más absoluto silencio de la sociedad civil. Aquí se hizo y consiguió su objetivo, que era