Las ‘Q de Calidad’ del turismo de la Sierra
● El Instituto para la Calidad Turística Española ha certificado ya una decena de emplazamientos de la comarca ● Para los pueblos supone una acreditación de excelencia para diferenciarse
La Villa Medieval de Zahara de la Sierra es la joya de la corona de este pueblo y acaba de conseguir la ‘Q de Calidad’ que otorga el Instituto para la Calidad Turística Española (ICTE), avalada por la Secretaria de Estado de Turismo.
Este es uno de los enclaves ‘estrellas’, que entra en la agenda de visitantes que llegan a la zona como en este puente de la Constitución e Inmaculada, uno de los más esperados de cada año según el sector turístico serrano. Y es que distintos Ayuntamientos de la zona están inmersos en procesos para ofrecer altos estándares de calidad que los diferencien en sus ofertas a nivel nacional. Por ejemplo, Ubrique consiguió en 2018 la primera ‘Q de Calidad’ que se otorgaba a un yacimiento arqueológico en toda España, recibiendo la distinción para su ciudad romana de Ocuri o Zahara de la Sierra, que recibió un año después, en 2019, también la primera ‘Q de Calidad’ a su área recreativa de Arroyomolinos con su playita, que la hace atractiva a los ojos del visitante que se decanta por los destinos de interior y que cerró este verano con una afluencia de más de 70.000 visitas.
Poco a poco, los Ayuntamientos trabajan en conseguir esta marca de calidad buscando el prestigio de sus emplazamientos turísticos para poder diferenciarse de una oferta homogénea y de paso hacerle ver al visitante que el producto que se ofrece cuenta con estándares de calidad y rigor, además de un sello que ayuda y mucho a la promoción.
Según el registro del ICTE, hay cinco oficinas de turismo en la Sierra con esta ‘Q de Calidad’: Ubrique (2017), Arcos (2018), Grazalema y Benamahoma (2018) y ahora la de Zahara de la Sierra. Con respecto a hoteles en la comarca, el Parador de Arcos es el único que recibió el sello en el año 2000. En el apartado playa, además de la de Zahara, Arcos ostenta desde este año también la distinción de la ‘Q de Calidad’. En el apartado de Turismo Industrial-visitas guiadas se premia al Yacimiento de la Ciudad Romana de Ocuri (2018) y la Exposición permanente de Manos y Magia en la Piel (Ubrique, 2020), además de la Villa Medieval de Zahara (donde se incluye su oficina turística, 2022). Curiosamente, ningún pueblo de la Sierra acredita una ‘Q de Calidad’ en
servicios de restauración, cosa que sí ostentan distintas poblaciones de otras zonas de la provincia.
“El hecho de que nos otorgaran la ‘Q de Calidad’ al yacimiento de Ocuri, en Ubrique, hizo que más gente nos conociera tras esta distinción y aumentaran las visitas”, explica María Isabel Campos, arqueóloga de este emplazamiento romano serrano, que abrió por vez primera sus puertas en 2015 y hoy es un referente turístico y dinamizador para este pueblo. De hecho, yacimientos de Granada, Córdoba y Sevilla han pedido pautas al de Ubrique sobre esta distinción. El Ayuntamiento ubriqueño, junto al tejido empresarial local, lleva unos años inmerso en buscar este tipo de certificaciones. Por ejemplo, hay comercios y servicios públicos locales que forman parte ya del Sistema Integral de Calidad Turística en Destinos (SICTED), que promueve la Secretaría de Estado de Turismo y la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), con apoyo de la Junta de Andalucía.
Ante todo lo bueno que este tipo de sellos turísticos pueden traer bajo el brazo en cuanto al reconocimiento institucional y la mejora de la percepción de los usuarios, no son pocos los Ayuntamientos que se esmeran por buscar este tipo de acreditaciones. “Tener la Q de Calidad es un esfuerzo por garantizar la excelencia de los servicios que ofreces como Ayuntamiento, en este caso, de acuerdo a los estándares que se exigen. Hay que estar encima de ello de cara a la auditoría que hay que pasar anualmente como garantía de buen servicio al visitante”, explica Cristina García, la concejala de Turismo de Grazalema.
“Estamos muy contentos de formar parte de este selecto club”. Así de entusiasta se expresa el alcalde de Zahara de la Sierra, Santiago Galván, quien recientemente se ha enterado de la llegada de la ‘Q de Calidad’ para la Villa Medieval del pueblo y la nueva oficina de turismo ubicada en un acceso al municipio, donde se prestan los servicios turísticos y desde donde parten las visitas guiadas.
La Villa Medieval cuenta con vestigios que van desde restos romanos pasando por elementos patrimoniales del siglo XVIII. Esta certificación a la Villa Medieval se asienta sobre la Norma internacional UNE-ISO 13810 de Turismo Industrial por parte del Instituto para la Calidad Turística Española y auditada por OCA Global.
El pasado 28 de febrero de este año se abrió al público la Villa Medieval de Zahara de la Sierra, generando tres puestos de trabajo. Su puesta en valor ha traído consigo la mejora de caminos y miradores, la musealización de la torre del homenaje, la recreación de una excavación arqueológica y de otras épocas, la instalación de pantallas y paneles informativos,entre otros. Y, además, la oficina turística se ha diseñado de manera accesible e inclusiva y está dotada de tecnología precisa para aquellas personas que no pueden subir hasta la Villa.
Zahara de la Sierra cuenta también con otra ‘Q’ para su playita que cerró este verano con una gran afluencia de visitantes a tenor del número de entradas vendidas, unas 70.000.
La segunda lámina de agua interior en conseguir la ‘Q de Calidad’ en España ha recaído este año en la del embalse de Arcos, que estrena distinción. Esta playita se ha convertido en los últimos años en un reclamo de peso para esta localidad, que trabaja ya en su ampliación. Arcos como referente turístico de la Sierra obtuvo en el año 2000 su primera ‘Q de Calidad’ para su Parador Nacional.
La reciente puesta en valor de la Villa Medieval de Zahara supone la creación de tres empleos