La expulsión de Países Bajos
● La UER finalmente descalificó al cantante neerlandés Joost Klein, investigado por amenazas a una productora tras una tensa rueda de prensa
En un caso sin precedentes en casi 70 años de historia del Festival de Eurovisión, finalmente Países Bajos no estuvo en la final de Eurovisión para la que se había clasificado en la semifinal del jueves. Su representante, Joost Klein, fue descalificado. Su ausencia en los ensayos del viernes, tal como publicaba este periódico, ya presagiaba que no iba a poder estar presente en la final, en plena investigación policial por unas presuntas amenazas a una productora de la televisión sueca, STV, tras la tensa rueda de prensa en la noche del jueves y con la presencia de la representante israelí, Eden Golan.
Klein mostraba su rechazo a estar en la misma mesa, cubriéndose con su bandera, y la representante griega simulaba dormir. Ante las preguntas de un periodista sobre la seguridad en el festival, permitiendo que Golan respondiera o no, la voz de Klein atronó en la sala “¿y por qué no?” ¿Por qué no iba a responder la israelí? El neerlandés habría sido presa de los nervios en ese enfrentamiento posterior que ha desembocado en su expulsión. La organizadora, la UER, insiste en separar este incidente de la crisis mediática con Israel. La justificación de la UER es esta:
“Mantenemos una política de tolerancia cero hacia el comportamiento inapropiado en nuestro evento y nos comprometemos a proporcionar un entorno de trabajo seguro para todo el personal del concurso. En vista de ello, el comportamiento de Joost
El artista que estuvo a punto de vencer en 2023 con ‘Cha cha cha’ había sido nombrado por la televisión finlandesa para dar los 12 puntos por su país. Finalmente renunció a este rol como apoyo a Países Bajos y como medida de protesta por la presencia de Israel.
Klein hacia un miembro del equipo se considera contrario a las normas del concurso”, zanja sobre la descalificación.
La relación de los medios israelíes y de la propia delegación participante ha estado dominada en estos días por la tensión y una actitud hostil ante las crecientes protestas por la presencia de este país en el festival (un programa que está patrocinado de forma multimillonaria por una firma nacida en Israel). La canción de Países Bajos, Europapa, era una de las favoritas de la gala. Finalmente anoche participaron 25 países.
La corporación pública de Países Bajos (NPO) observaba “muy drástica” la descalificación de su representante en el festival. “Esto es una decepción para los millones de fans de Eurovisión en los Países Bajos y otros países europeos.
Evaluaremos exhaustivamente el curso de los acontecimientos después del Festival de Eurovisión con el canal AVROTROS, la UER y las demás partes involucradas”. La cadena neerlandesa se lamentaba de una medida “desproporcionada” y estaban “impactados”.
La policía sueca investigó durante horas lo ocurrido y la UER determinó que era necesaria la descalificación.