Una democracia fallida o falsificada
Anne Aplebaum es una prestigiosa periodista norteamericana que ha vivido y vive de cerca la democracia en Estados Unidos y en Europa. En El ocaso de las democracias, plasma, con demostraciones, que la democracia está en retroceso que da paso a la seducción del autoritarismo y que lleva al fracaso de la política.
El concepto de democracia para Aristóteles como el mejor sistema para gobernar ya no vale y el más acertado es el de Platón: la democracia no puede ser dirigida por ignorantes.
Para corroborar si la democracia está en recesión nos reafirmamos que las dos terceras partes de los ocho mil millones de seres que habitan el planeta tierra no tienen libertad y, por tanto, la democracia es una utopía. Se corrobora en el continente africano solo cuatro países tienen democracia plena: Botsuana, Ghana, Islas Mauricio y Sudáfrica, esta, cuestionable. En el resto, la democracia es privilegio de los autócratas y de los sátrapas.
La Fundación Bertelsmann dice que la democracia es un bien menguante y que está en alarmante recesión. En Asia, la democracia es un concepto y la realidad de los países son gobiernos autoritarios.
¿En Latinoamérica? Todos los países son un desguace democrático. Solo se salvan de la quema: Costa Rica, ya cuestionable. A Chile le está atacando el virus y Argentina, por desesperación, para ver si alguien saca a un país superrico de la miseria.
En Norteamérica, Estados Unidos, un modelo democrático en la historia y, hoy, está afectada por una carcoma, alimentada por quienes tienen poder económico. Solo, Canadá queda libre de contaminación.
Y ¿En Europa? El continente que heredó de Grecia la democracia y la libertad. Sede de la cultura y la civilización, depositaria de valores religiosos, representados en el arte, en las catedrales y en el pueblo, está entrando en la unidad de cuidados intensivos y hay que aplicarle los fármacos adecuados.
Y ¿En España? La democracia empieza a hacer agua ya que el gobierno actual es sagaz. Se vale de todas las artes, buenas y malas, para salirse con la suya y alzarse con su propósito. Los gobernantes, con el Jefe de la Moncloa al frente, están traicionando todos los principios y derechos humanos y a los ciudadanos nos está metiendo en el cortijo de los idiotas. Todos los días nos está calificando a todos los ciudadanos de memos y cretinos, tontos e imbéciles.
¿Por qué hago estás calificaciones? Porque Pedro I, el Mentiroso, ha traicionado todos los principios democráticos y ha asestado un golpe mortal a las libertades.
Pierre Rosanvallon en su libro, El siglo del populismo, señala que ante el surgimiento de líderes polarizantes quienes utilizan el discurso de democracia basada en los igualitarismos que empoderan al pueblo, se constituye una democradura, es decir, un poder autoritario con tintes democráticos que, si bien puede ser reversible, es excluyente y antidemocrático. Esta es la democracia que hay en España inventada por un presidente que, con su cara dura, está haciendo una democracia sin escrúpulos.
Nos dijo que no iba a gobernar con delincuentes, con terroristas y con traidores a España y el pueblo, aun sabiendo la doblez del personaje y, como dice la psicóloga Pilar Enjamio, lleva en el gesto el signo de la mentira y, a pesar de todo, el pueblo metió la papeleta en el cesto para elegir a un gobernante que, con sus actuaciones anteriores, estaba calificado de mentiroso y traidor. Pero, no queda ahí. Está manipulando y robando a plena luz del día todos los derechos y libertades. Sí, por si sus actuaciones se retuercen ha conseguido blindarse con todos los poderes del estado y el más sacrosanto el de la justicia. El Tribunal Constitucional está
El concepto de democracia para Aristóteles como el mejor sistema para gobernar ya no vale y el más acertado es el de Platón: la democracia no puede ser dirigida por ignorantes