En una hoguera de locura y terror
Una de las más grandes poetas que dio la literatura rusa del siglo pasado, Marina Tsvietáieva (n. 1892) se ahorcó el 31 de agosto de 1941. «Y pensé -escribe otra de las grandes, Anna Ajmátova- que, al igual que sucede con los ríos, la época implacable que nos tocó vivir había desviado nuestro curso cambiándonos el rumbo, que discurría ya por otros cauces, lejos de las orillas. Eso fue lo primero que sentí». Esta novela nos acerca a estas dos mujeres excepcionales: se trata de una larga carta que Anna Ajmátova (1889-1966) escribe, en primera persona, a Marina Tsvietáieva tras conocer su suicidio y nos sitúa en una etapa crucial de la historia de Rusia y de Europa, cuando la despiadada represión estalinista truncó los destinos de ambas escritoras y de otros muchos personajes relevantes de la cultura rusa de aquel tiempo. «… al recorrer mi vida -escribe Anna-, el anhelo o la nostalgia de mantener un coloquio contigo se vuelven más agudos y apremiantes. Por eso he empezado a redactar estas líneas». Y añade en otro momento: «…tu vida y la mía discurrieron encadenadas a un destino idéntico, hasta el punto de que la intelligentsia rusa parecía que también vestía de uniforme, obligados todos nosotros a acatar el nuevo orden y contribuir a su triunfo y esplendor, pues solo así alcanzaríamos la Tierra Prometida».
La vida, la forma de ser y pensar de ambas mujeres, su pasado, los paralelismos que las unieron, su escritura y la de otros escritores castigados o no, la vida del día a día con sus amores, celos, arte, personas, ciudades, evocaciones y nostalgias, sentimientos –»Todo en mí está hoy roído, devorado por la tristeza. No tengo futuro, no tengo voluntad, tengo miedo de todo»- … se dan cita en esta excelente novela que nos lleva a los tiempos en que «Rusia entera ardía en una hoguera de locura y terror».
Con una rigurosa documentación, aunando en el relato realidad y ficción, la escritora asturiana (Vegadeo, 1957) mantiene en todo momento un tono sostenido y hermoso de la prosa, atractivamente sabia, sugerente, espléndida, con extraordinaria fuerza expresiva, de viveza y sensibilidad. Todos estos ingredientes, tanto temáticos como estilísticos, nos regalan la lectura de una novela realmente atractiva.