Los agentes supervivientes de Barbate afirman que no había forma de escapar
◆ Los compañeros de David Pérez y Miguel Ángel González aseveran que «fueron a por ellos»
■ Los cuatro agentes de la Guardia Civil que este viernes han acudido a los juzgados de Barbate (Cádiz) para declarar como testigos sobre lo ocurrido en la noche del pasado 9 de febrero, cuando sus compañeros, el leonés David Pérez y el gaditano Miguel Ángel González, murieron asesinados al ser arrollados por una narcolancha en el puerto, han declarado que fue una embarcación «de mayores dimensiones» la que acometió contra su zodiac «de forma grave» hasta en tres ocasiones, que «no había posibilidad de escapar» de estas arremetidas y que «la intención era clara de embestir».
Según ha contado a los periodistas Andrés Carreño, abogado de la asociación Adevi, que se presenta como acusación popular en el caso, en sus declaraciones los agentes han dicho que «de forma grave hubo dos intentos y la tercera fue la embestida» que provocó el fatal accidente, determinando que fue una de las seis o siete que había en el puerto refugiándose del temporal de esa noche y que era «una más grande».
Aunque no han podido determinar con exactitud cuál de todas estas embarcaciones fue la que los atacó debido a la nocturnidad y que los presuntos autores utilizaron «un puntero» para deslumbrar a los agentes, ni si tenía una o dos antenas, sí han dicho que fue siempre la misma narcolancha. Tampoco han identificado la vestimenta de los responsables por estas mismas causas, indicando solamente alguno de ellos que «había alguien con una prenda roja o naranja», sin detallar mucho más.
Además, «todos coinciden en