MUSTANG. ICONO… DEL ÓVALO
El deportivo más vendido del mundo, celebra su sexagésimo aniversario en el año en el que Ford lanza la séptima generación. Sinónimo de diversión, libertad y prestaciones, con un toque de rebeldía, el Ford Mustang ha acabado convirtiéndose… en objeto deseo.
Sesenta… Mustang. Lanzado por primera vez en la Feria Mundial de Nueva York (17 de abril de 1964), el Mustang rompería moldes: récord de ventas durante su primer año en catálogo, superando las 418.000 unidades, y desde entonces… no ha levantado el pie de l acelerador; desde hace una década, el Mustang ocupa lo más alto ‘del cajón’ entre los deportivos más vendidos en el mundo.
No le duelen prendas a Jon Williams, director general de Ford Blue en Europa, a la hora de piropear a ‘su’ Mustang: «Pocos vehículos, si es que hay alguno, pueden presumir de una historia, un legado y un seguimiento mundial tan amplios como el Ford Mustang, y aún menos han estado en producción ininterrumpidamente durante 60 años».
Tampoco se queda atrás Jesús Alonso, presidente de Ford Iberia: «El Mustang es un símbolo cultural que ha dejado una huella imborrable en la industria y en los corazones de sus aficionados».
Primera generación (1964 —1973). Arrancaba el concepto ‘pony car’; el Mustang se lanzó en versiones Hardtop y Convertible (descapotable) y un precio inicial de 2.368 dólares americanos.
En 1965, Henry Ford II contrataba a Carrol Shelby, creador de la carrocería Fastback, sobre la que se desarrollaría el famoso Shelby Cobra GT350 con motor V8 de 306 CV. Un año después, le tocaría el turno al modelo más emblemático de la familia: el GT500, con un V8 de 355 CV bajo el capó.
Para 1966, las ventas del Mustang ya superaban el millón de unidades, consolidando su posición de éxito comercial, todo un símbolo perdurable de la cultura automovilística mundial.
Los Mustang de 1971 fueron los más grandes jamás fabricados: 4,81 metros de largo, luciendo un robusto diseño y una ‘dominante’ presencia en la carretera: «Ford ha creado tres diferentes ‘personalidades’ para hacerlo distinto a cualquier otro vehículo de producción que haya salido de una cadena de montaje america»; así rezaba parte de la nota de prensa publicada por la marca en abril de 1964, con motivo de la Feria Mundial de Nueva York.
Segunda generación (1974 —1978). El Mustang II se concibió en respuesta a la crisis del petróleo de 1973, que elevó considerablemente los precios del combustible. Creado sobre la plataforma ‘Arizona’, que se utilizaba en el Ford Pinto, estaba especialmente adaptado a las regulaciones de seguridad de la época: más compacto que sus predecesores (4,44 metros) y con una reducción de peso en torno a los 200 kilos.
Inicialmente equipado con un V6 de 2.8 litros, caja de cambios Manuel de 4 velocidades, dirección de cremallera y frenos delanteros de disco, el Mustang II ofrecía un eficaz rendimiento. Estaba disponible en versiones de 2 y 3 puertas —amplio acceso trasero esta última—. El V8 salió de catálogo, aunque un año después volvería a escena con 130 CV.
En el año de su estreno, Ford vendió 386.000 unida
des, con una tarifa que oscilaba entre 3.134 y 3.674 dólares.
También en esa época destacaron especialmente el Mustang Cobra II (V8 de 4.9 litros y 137 CV) y el Mustang King Cobra (V8 de 5.4 litros y 142 CV); a la vez que se lanzaba una versión con volante a la derecha para el Reino Unido.
Para los amantes de las curiosidades: musicalmente, los años de aquella segunda generación vinieron marcados por el llamado ‘rock progresivo’, y el resurgimiento del ‘punk rock’ en Nueva York, Londres y Los Ángeles y, a renglón seguido, la ‘new wave’.
Tercera generación (1979 —1993). Debutaba la plataforma ‘Fox’, una nueva arquitectura para modelos más largos y anchos que el Mustang II, y también más ligeros (90 kilos menos). Una nueva generación que adoptaba un elegante estilo europeo que cambiaba los rasgos típicos del Mustang… generando división de opiniones.
Sus iniciales propuestas de motorización incluían el tetracilíndrico de 2.3 litros unido al cambio manual de 4 velocidades y, opcionalmente, un V6 de 2.8 litros y también un V8 de 5.0 litros.
A medida que avanzaba la década de los 80, el Mustang
recuperó paulatinamente su esencia de altas prestaciones: el GT (1984), Convertible (1983, el primero desde 1973) para, en 1986, adoptar la inyección electrónica. El Mustang Cobra, firmado en 1993 por el equipo ‘Special Vehicle Team’, se convertía en la perla de esta generación: motor V8 y mejoras en los frenos, en la suspensión y en su estilismo, con lo que el Cobra se convertiría en un ‘imprescindible’ entre los incondicionales del Mustang. Otra curiosidad… el Mustang Mach III, presentado en 1992 como prototipo y que no llegaría a producirse en serie, sí que influiría en futuras realizaciones del icónico modelo.
Cuarta generación (1994 — 2004). Conocida en clave de fábrica como «SN95», esta cuarta entrega se lanzó con el objetivo de atraer tanto a conductores jóvenes como a los más experimentados usuarios del modelo: línea marcadamente deportiva, alargado capó y esculpidos laterales evocadores de un histórico legado por su estilo retro-moderno, aderezado por los conocidos V6 de 3.8 litros y V8 GT de 5.0 litros, ambos con inyección electrónica secuencial, frenos de disco en las cuatro ruedas y doble airbag. La renovación estilística de 1999, ‘New Edge’ coincidente con el trigésimo quinto aniversario del coche, añadía toques contemporáneos por sus afilados contornos; una generación que evolucionaría con la incorporación de mecánicas más potentes: Mach I (2003) y, sobre todo, el ‘cinematográfico’ Mustang Bullitt GT (2001), con un modificado V8 de 4.6 litros y un interior de ambiente retro y con detalles de aluminio pulido, que acabaron convirtiéndolo en un modelo muy deseado.
Quinta generación (2005 — 2014). Inspirada en el pionero del 64, la quinta entrega adoptaba una distintiva parrilla inclinada hacia delante y luces traseras de tres barras, reviviendo así el clásico diseño de los años 60: un automóvil rápido y divertido. La versión estándar montaba un V6 de 4.0 litros y 210 CV, mientras que el GT adoptaba el V8 de 4.6 litros y 300 CV; el tope de gama (2013) Mustang Shelby GT500 de 500 CV, se convertía en uno de los coches más veloces del mundo.
También en 2005, Ford lanzaba una serie de coches de carreras basados en el Mustang: el FR500C, que se alzaría con dos campeonatos consecutivos en el ‘Grand-Am Koni Challenge’.
En 2010, se introdujeron mejoras mecánicas trufadas con un renovado diseño; al año siguiente, toda la gama Mustang recibía nuevas mecánicas V6 y V8 unidades, dependiendo de las versiones, a cambios automáticos o manuales de 6 velocidades. En abril de 2014, nuestro protagonista cumplía su cincuentenario.
Sexta generación (2015 — 2022). Coincidente con el debut europeo del Mustang, la sexta entrega marcó todo un hito: primera versión comercializada, y vendida, a escala global. Fiel a su legado, combinando tradición e innovación, esta sexta generación fue la última en mantener la ‘pura’ combustión en su mecánica, consagrándose como el coche deportivo más vendido del mundo, con fuerte presencia comercial tanto en Estados Unidos como en otros mercados (Alemania, Reino Unido, Suiza…).
Se potenció la aerodinámica, en una moderna carrocería con ópticas renovadas, que incluían luces diurnas de LED; a la vez que destacaba por ser la primera generación en ofrecer opcionalmente un tetracilindrico turbocomprimido de inyección directa EcoBoost de 2.3 litros y 310 CV.
A esta generación también pertenece el Mustang GT (V8 de 450 CV), en 2016 llegaría el Mustang California y en 2021 se lanzaría el Mustang Mach I, con motor V8 de 5.0 litros y 460 CV.
Para redondear, en 2020 se presentaba el Mustang Mach-E, el SUV eléctrico de la gama, que un año después (2021) la potenciada versión Mach-E GT alcanza una potencia de 487 CV.
Séptima generación (2024). Ahora, el ‘Óvalo’ enviará a los concesionarios la séptima entrega del Mustang: motor V8 de 5.0 litros y 450 CV, con una nueva parrilla frontal, rejillas de ventilación en el capó, renovados faros LED de triple barra, pinzas de freno Brembo y llantas de 19 pulgadas, además de adoptar múltiples entradas de refrigeración del bloque motor y los frenos.
Evolucionando a lo largo de los años, manteniendo su espíritu deportivo y el legado histórico. La historia… continúa.