‘Las chicas del autobús’
Para que exista The Girls On The Bus antes hubo un The Boys On The Bus, una colección de artículos de Timothy Crouse en la Rolling Stone bendecidos y prologados por el mismísimo Hunter S. Thompson, maestro y rey del periodismo gonzo. Narraba la cobertura en el autobús de campaña de las elecciones de 1972 (McGovern contra Nixon).
Crouse, Thompson y los demás reporteros del autobús representaban la edad de oro de un periodismo muy personalista, creativo y con un aura salvaje que el tiempo ha hecho pasar a mejor vida. Pero sigue vivo en dos sitios: en las cabezas de los fans irredentos de Miedo y asco en Las Vegas -ya sea el libro o la película de Terry Gilliam del 1999-, y en las de algunos periodistas que añoran los tiempos del riesgo y el exceso, cuando parecía que todo estaba por inventar. Una de esas fans es nuestra protagonista.
Sadie McCarthy (Melissa Benoist) lleva una llamativa pegatina en el portátil de esa supuesta gesta periodística que fue el seguimiento de la campaña del 72. No solo eso, sino que tiene alucinaciones más o menos interiorizadas donde se le aparece Hunter S. Thompson y sus inseparables gafas de cristal amarillento.
Este personaje ilusorio le da consejos a Sadie, le anima a arrojarse, a darlo todo y dejar que se note su personal mirada en los textos. Es la voz del desafío, de la aventura, pero también, claro, del pasado. No le hace tanta falta Thompson: su editor, Bruce Turner, es su verdadero mentor, y a través de las llamadas telefónicas se convierte en otra voz en su cabeza que le ayuda a centrarse, pero también cree mucho en ella. Su periódico es el New York Sentinel, una referencia evidente al The New York Times.
Hay otras tres periodistas que van a seguir la campaña en el autobús. Pero antes, conviene aclarar de qué campaña. Es la carrera por las primarias demócratas. Todos los nombres de los contendientes son inventados, así como los periódicos y televisiones donde trabajan las periodistas. Así que hablamos más de arquetipos que de referencias a la vida real (la nueva promesa, la estrella de cine de acción, el alcalde guaperas, la feminista con experiencia y carácter.).
La ‘showrunner’ de esta serie fue, precisamente, periodista durante varias campañas de Hillary Clinton, y luego se desligó del periodismo para dedicarse a la televisión. Como dijo en una entrevista a la radio pública estadounidense, decidió activamente alejar su trama de la realidad para hacer un producto más luminoso. Sí que hay una referencia clara a Fox News. Una de las periodistas, Kimberlyn (Christina Elmore), trabaja para Liberty Direct News, una cadena conservadora acusada de retorcer la realidad y vivir de la exageración.