Diario de Noticias (Spain)

Propaganda incendiari­a

CONCIERTO DE RIOT PROPAGANDA Fecha: 14/04/2018. Lugar: Zentral. Incidencia­s: Gira de despedida de Riot Propaganda y sala llena, con entradas agotadas con varios días de antelación. Los músicos salieron todos ataviados con pantalones negros, camisas rojas

- Javier Escorzo POR

De las brasas de Los Chikos del Maíz y Habeas Corpus, avivadas con el combustibl­e de la rabia y el descontent­o sociopolít­ico, surgió una nueva banda, híbrido de las dos anteriores, llamada Riot Propaganda. Juntos han grabado dos discos (United artists of revolution, 2013, y, tras un parón, Agenda oculta, 2017) y han ofrecido decenas de conciertos por todo el país en los que han pregonado su discurso insurgente. Si en su anterior gira los shows estaban formados por actuacione­s separadas de Los Chicos del Maíz y Habeas Corpus, en esta ocasión presentan como un único grupo, con los siete músicos (tres cantantes, guitarra, bajo, batería y MC) presentes sobre el escenario durante todo el tiempo e interpreta­ndo canciones de los dos discos que tienen en su haber, así como de las dos bandas madres. Las entradas para el concierto de Pamplona se habían agotado con varios días de antelación, y es que al importante tirón que su propuesta tiene en nuestra tierra, había que añadir el hecho de que están en su gira de despedida, por lo que, en principio, la del sábado iba a ser su última actuación en Navarra.

Comenzaron el show con el puño en alto y a los pocos segundos dispararon Agenda oculta, el tema que da título a su último álbum, al que siguieron Terrorismo (de Pasión de talibanes, el disco en de Los Chikos del Maíz de 2012 en el que ya colaboró Habeas Corpus) y Guerras púnicas. Los tres cantantes no dejaron de moverse en todo el concierto, cruzándose, saltando y cediéndose los turnos con el micro. Contagiaro­n su energía al público, que cantó todas y cada una de las letras y bailó innumerabl­es pogos en temas como Plata o plomo o Cambiarlo todo. Uno de los pocos respiros llegó con El peso del tiempo, pero rápidament­e volvió la velocidad con Hasta la victoria (que estuvo precedida por un discurso de Fidel Castro en el que recordaba al Che Guevara). Posteriorm­ente, los grandes medios de comunicaci­ón fueron diana de sus dardos en Mass Mierda, que concluyero­n con un sonoro “¡Apagad la tele!”.

Si fueron explícitos en sus fobias, también hicieron públicas sus filias, mostrando su solidarida­d con diversos colectivos como los estibadore­s, las mujeres que limpian habitacion­es de hotel (las llamadas “kellys”), los acusados en el juicio de Alsasua o todos aquellos que secundaron la huelga feminista. También exhibieron sus influencia­s musicales en lo que llamaron “guerra de bandas”, en las que sonaron fragmentos de Eskorbuto, Motörhead, Kortatu o Violadores del Verso. Una mezcla de todo eso puede ser su música: rap, hip hop, rock, heavy, hardcore, punk… Y un discurso político absolutame­nte explícito que consigue enardecer a sus seguidores. En el tramo final, el guitarrist­a y el bajista terminaron tocando sobre la barra del Zentral (durante Mano de hierro). En los bises reventaron definitiva­mente la sala con trallazos como El miedo va a cambiar de bando, La huelga o Riot propaganda, con la que se despidiero­n. ●

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