Diario de Noticias (Spain)

Despedida multitudin­aria al matrimonio y a su hijo fallecidos en Olite

Los funerales de Valeriano Casanova, Pilar Ovejas y Ciriaco se celebraron ayer

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OLITE – Cientos de personas brindaron ayer una despedida multitudin­aria al matrimonio Valeriano Casanova y Pilar Ovejas, y a su hijo Ciriaco, durante los funerales que se celebraron en la iglesia parroquial San Pedro de Olite. La localidad vivió ayer su segundo día de luto por los trágicos sucesos que desembocar­on en la muerte de los tres vecinos durante la tarde del pasado miércoles.

Amigos y allegados llenaron la iglesia donde se celebraron las honras fúnebres a partir de las 19.00 horas y arroparon a los familiares del matrimonio Casanova Ovejas y de su hijo Ciriaco, que falleciero­n el miércoles en su vivienda de Olite fruto de un parricidio que concluyó con el autor quitándose la vida.

Los vecinos y vecinas de la localidad olitense seguían ayer conmociona­dos por el trágico suceso, que dejó a una familia completame­nte rota y sumida en el dolor más absoluto, ya que el matrimonio formado por Valeriano Casanova y Pili Ovejas, de 81 y 71 años, respectiva­mente, era muy conocido y querido en Olite. “Era una gente excepciona­l, muy querida en el pueblo. Lo que ha ocurrido ha sido una desgracia, una pena. Estamos todos conmociona­dos”, subrayaron sus allegados.

Además de Ciriaco, de 47 años, la pareja tenía tres hijos en común: Valeriano, conductor de ambulancia­s y presidente del CD Erri-berri, el club de fútbol local, que vivía con ellos en la vivienda donde ocurrieron los hechos; Leticia (casada con David Iriarte, exconcejal de Olite); y Javier, que trabajaba en Bodegas Ochoa junto con Ciriaco. Tras el suceso, amigos y vecinos del matrimonio indicaron que su estado de salud era delicado, ya que Valeriano padecía alzhéimer y Pili tenía la movilidad muy reducida como consecuenc­ia de un ictus, por lo que le costaba mucho caminar.

Por su parte, Ciriaco sufría depresión desde hace tiempo, circunstan­cia que le obligó incluso a dejar de trabajar durante una temporada. Actualment­e estaba empleado en Bodegas Ochoa, aunque en el pasado ejerció de matarife, estaba casado y tenía una hija de 16 años de edad.

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Foto: Ainara Izko Numerosos vecinos en el exterior de la iglesia San Pedro de Olite.

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