Idiomas en 20 minutos
LA ESCUELA DE IDIOMAS DE PAMPLONA OFRECIÓ CLASES DE 20 MINUTOS EN LAS QUE PODER CONOCER 40 LENGUAS DIFERENTES
El aprendizaje de un nuevo idioma asusta, y es que quien se enfrenta a esta tarea sabe que por delante tendrá muchas horas de esfuerzo y dedicación para poder dominarlo. Para hacer este trance más sencillo la Escuela Oficial de Idiomas de Pamplona (EOIP) ofreció ayer la posibilidad de sumergirse en el aprendizaje de nuevas lenguas con sesiones de 20 minutos en las que, aunque los alumnos no salieron con un título debajo del brazo, sí adquirieron las nociones básicas para poder saludar, vocabulario básico y una introducción a la cultura propia de los países en los que se habla. En total se ofrecieron 181 clases abiertas a todo el mundo en las que se puso al alcance de los asistentes 40 idiomas diferentes. Esta jornada de puertas abiertas se enmarca en el programa de actividades organizadas por el 40 aniversario de la EOIP, que continuará durante la próxima semana.
Durante la jornada hubo muchos alumnos que participaron en varias sesiones. Entre ellos se encuentran Irene Txurruka y Mónica Belázquez, que aprovecharon para acercarse a idiomas desconocidos de continentes como África o América del Sur. “Nos ha gustado muchísimo, es una experiencia fantástica que tendrían que repetir”, manifestó Txurruka ya que, tal y como afirmó su compañera, permite a los asistentes conocer la riqueza de idiomas que hay en el mundo. “Te da la oportunidad de conocer en directo cómo suena una lengua remota y saber más de otras culturas”, afirmó. En este sentido alumnos y profesores coincidieron, pues para Nikolak Bernardo Lobo, que participó como profesor de Quechua, estas sesiones tan breves tienen especial interés para sumergir a los alumnos en la cultura de idiomas más desconocidos como este, que se hablan en distintas zonas occidental de América del Sur.
Margareta Coada, una de las profesoras encargadas de impartir las clases de rumano, explicó que este primer contacto sirve también a los asistentes para acercarse al idioma y lanzarse a pronunciar sus primeras palabras. “La gente puede hacer se una impresión de cómo suena esta lengua y permite saber si les puede interesar seguir aprendiendo”, comentó.
Uno de sus alumnos, Fermín G., se acercó a la sesión de rumano sin tener ningún conocimiento previo del idioma. “Tengo algún conocido y algún vecino rumano y, ya que ellos han aprendido castellano, quería conocer las diferencias que hay entre su el rumano y el castellano y poder valorar el esfuerzo que han tenido que hacer ellos para aprender nuestro idioma”, explicó. Según hizo ver, en una sesión tan breve es imposible aprender el idioma, aunque sí será suficiente para sorprender a sus vecinos saludándoles en su lengua la próxima vez que los vea. ●