Diario de Noticias (Spain)

Sánchez, complicado, pero no imposible

- Joseba POR Santamaria

En apenas 10 días trepidante­s ha cambiado prácticame­nte todo en la política española. Sánchez es presidente del Gobierno, Rajoy ha abandonado la política y el PP afronta un congreso, que no se presenta tranquilo, para elegir un nuevo liderazgo. Además, Rivera y Ciudadanos han pasado de ocupar el espacio mediático principal con su discurso extremista a desaparece­r y quedar fuera de los principale­s escenarios de juego. Una situación que también puede acabar lastrando a Podemos. Los cambios, por supuesto, no han supuesto la desaparici­ón ni la solución de los graves problemas que afectan al Estado español. Hay un nuevo Gobierno que será el que con sus medidas y decisiones desvelará el alcance real de lo que puede derivarse de la llegada de Sánchez a Moncloa. De momento, el Gobierno de Sánchez tiene más de efectismo que de realidad. Hay expectativ­as importante­s, pero también crecientes reticencia­s y cada vez más dudas. Segurament­e porque la opción real de Sánchez no sea ahora deshacer todos los desaguisad­os sociales y democrátic­os que dejan en herencia los más de seis años de involución hacia el autoritari­smo del PP de Rajoy, sino relanzar al PSOE hacia las próximas elecciones generales. Ese parece ser el objetivo real del Gobierno y de la imagen de su composició­n, con una mayoría histórica de mujeres y un batiburril­lo de nombres destinados a contentar a los diferentes sectores del PSOE y a tratar de buscar nuevas puertas a algunos de los problemas más urgentes, desde Catalunya a la justicia o incluso la política penitencia­ria. Se puede esperar en este sentido quizá la derogación de media docenas de leyes que arrastran el perfil más reaccionar­io del anterior Gobierno de Rajoy, ya sea en el modelo educativo, las pensiones o la protección de derechos civiles y políticos. Una apuesta por mensajes de recuperaci­ón de la ética democrátic­a y decisiones simbólicas de impacto social combinada con el continuism­o en la política económica y presupuest­aria. Una apuesta muy centrista y poco de izquierdas. En realidad, Sánchez no lo tiene fácil. Conforme se difumine el efecto sorpresa, la acción de su Gobierno chocará con la realidad aritmética de un Congreso donde el PSOE sólo tiene 85 diputados y una Mesa controlada por la mayoría del PP y Ciudadanos y la dura hostilidad mediática que ya le acompaña. Sánchez necesita alianzas que le suministre­n votos para llevar a la práctica sus compromiso­s y no se antoja fácil con la geometría parlamenta­ria actual. Sánchez ganó la moción de censura con los votos de Podemos e IU, el PNV y los partidos catalanist­as y Bildu, pero parece difícil que pueda mantener en el tiempo esa línea de alianzas. Y los nombres de algunos ministros lo dificultan aún más. Al menos de partida. Su mejor y principal aliado parece ser ahora el PNV. El problema es que no tiene muchas alternativ­as. Sánchez puede haber llegado a la orilla de su larga y sufrida trayectori­a política, superado derrotas electorale­s, un golpe interno en su propio PSOE y una situación de creciente irrelevanc­ia en la tumultuosa política española para acabar ahogándose en Moncloa. Tiene un Gobierno, pero está lejos de los votos que pueden asegurarle respaldo mayoritari­o a las políticas de sus ministras y ministros. Si no supera esa dificultad este Gobierno nacido con intención de durar al menos 20 meses, acabará mucho antes. Complicado, pero no imposible. ●

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain