LA NUEVA LEY ELECTORAL DEJARÍA FUERA A PARTIDOS NACIONALISTAS
● El objetivo de la UE es reforzar la presencia de los grupos mayoritarios en el Parlamento Europeo ● La coalición de Bildu podría perder su escaño en Bruselas, pero el PNV, unido entre otros a CIU, sí lo conservaría
BRUSELAS – El Consejo de la Unión Europea ha acordado reformar la ley electoral. Cuando queda un año para las elecciones europeas (mayo de 2019), el bloque ha desempolvado la legislación de 1976. El principal objetivo es reforzar a los partidos mayoritarios ante unos comicios que pronostican una fuerte presencia de las fuerzas eurófobas y los grupos nacionalistas en la Eurocámara. Así, en las circunscripciones únicas que cuenten con más de 35 escaños (como es el caso de España, Francia o Alemania), los partidos tendrían que obtener un mínimo de entre el 3% y el 5% de votos. El Estado español cuenta a día de hoy con 59 escaños y cinco se sumarán tras el brexit.
Con la nueva ley electoral, la Unión Europea busca facilitar el voto de ciudadanos que viven en países terceros, aumentar la participación en las urnas, crear conciencia del “carácter europeo” y evitar sobresaltos con resultados fruto de momentos turbulentos.
Pasando a la práctica, si se plantease un horizonte en el que fuese necesario el 3% de los votos, como ocurre con los partidos que se presentan a nivel nacional en las elecciones generales, se hubiesen producido cambios en los partidos con menos escaños, y habría afectado sobre todo a los nacionalistas, que no se presentan en todas las comunidades. Así, Primavera Europea, la coalición de Equo y Compromís habría perdido el escaño de Florent Marcellesi, ya que solo alcanzó el 1,92% de los votos. Tampoco estarían en Bruselas Bildu y el BNG: el escaño compartido bajo el paraguas de Los Pueblos Deciden por el vasco Josu Juaristi y la gallega Ana Miranda habría ido a otro partido, ya que sus votos consiguieron alcanzar el 2,08%.
Si la frontera se instalase en el 5%, como ocurre en las elecciones locales, solo la coalición CEU, formada por el PNV y la extinta CIU, Podemos, Izquierda Unida, PSOE y PP hubiesen entrado en la Eurocámara. Así, Ciudadanos perdería sus dos escaños, al contar con un respaldo del 3,16%. También ocurriría con el 4,01% de l’esuqerra pel Dret a Decidir (EPDD), a la que le arrebatarían los dos escaños con los que cuenta ERC, su principal socio.
Esta medida, por su parte, dificultaría
Como se ha visto anteriormente, una de las medidas de los partidos nacionalistas es crear coaliciones preelectorales. Con ellas, aglutinan los votantes de todas las formaciones de la coalición en una misma lista, ganando fuerza en regiones donde por si solos estos partidos no tendrían ningún tirón. Es el caso de las mencionadas CEU, formada por el PNV, CIU y otros partidos menores como Coalición Canaria o Compromiso por Galicia.
Lo mismo ocurre con la izquierdista Los Pueblos Deciden: junto a Bildu y el BNG acudieron a la cita el aragonés Puyalón, el asturiano Andecha Astur y los canarios Alternativa Nacionalista Canaria y Unidad del Pueblo.
Pero estas coaliciones permiten todo tipo de uniones y no necesariamente de partidos de implementación regional: uno nacional como Equo pactó en Primavera Europea con el valenciano Compromís, la Chunta Aragonesista, Socialistas Independientes de Extremadura y la Coalición Caballas de Ceuta. Otro de los acuerdos más populares fue el realizado por Ciudadanos en 2009 con el partido de extrema derecha Libertas, una formación que, pese a este pacto, no consiguió ningún escaño.
Sin embargo, para entrar en vigor todavía debe obtener el beneplácito de la Eurocámara, que en su momento dio luz verde a repartir 27 de las 73 butacas que se quedarán libre tras la salida del Reino Unido a países como el Estado español, que se adjudicará cinco de ellas. Los eurodiputados lo debatirán en la próxima sesión plenaria que arranca mañana lunes en Estrasburgo. De obtener su beneplácito, los Estados miembros podrían aplicarlo estas próximas elecciones, y a más tardar en los comicios de 2024. ●