Roma en Ablitas
UNA VILLA DE GRAN CATEGORÍA El Villar, cuyo nombre viene de villa, era un finca agrícola situada en el medio rural y dedicada a la explotación de distintos recursos. Su ubicación a escasos 500 metros de la importante vía que comunicaba Tarraco con Asturica Augusta (Astorga). En concreto, en el tramo que unía a Belsione (Mallén) con Cascantum (Cascante).
Por lo ya trabajado en El Villar, los profesionales hablan de dos fases de su vida. La primera del siglo I d. C. a finales del II. Y la segunda, desde el s. III hasta el V. Como es lógico, los primeros hallazgos son de la segunda fase. Si se profundiza, aparecerán materiales y actuaciones de la primera. Santos Escribano insiste en que la crisis del s. II llevó a los propietarios de las villas a dejar los centros urbanos y asentarse, remodelando las estancias, en el campo.
En la parte norte de El Villar se situaba el Dominus y sus dependencias, en las cuales se aprecia un hipocausto
decorativo.
Desde el curso de arqueología que en 2010 pusieron en marcha el ayuntamiento y el gobierno hasta hoy, los hallazgos cada vez hacen superar las expectativas. Destaca por ahora la parte urbana o núcleo central de la villa con el comedor, estancias, despensa y un complejo sistema de calefacción por debajo del suelo. Luego, han ido apareciendo otros espacios y usos, como un silo y un fogón.
Más adelante se podría dar luz a la parte rústica (zona de trabajadores, animales y aperos). Y una tercera zona fructuaria, en donde se almacenaba, elaboraba y conservaba el aceite, la uva y vino, y los cereales.
Todo ello, sin olvidarnos de las conocidas como Monedas de Ablitas, demuestra una vez más la unidad económica de las tierras del Ebro en los primeros siglos de nuestra era.