Prestigio
¿Se imaginan que en Navarra a cada niña o niño que demostrase que sabe euskera el Gobierno le diese un diploma y 200 euros? Me imagino los titulares con las reacciones de Esparzas y Beltranes: imposición a base de sobornos… adoctrinamiento pagado con dinero público… utilización política de menores de edad… etc, etc.
Esto, sin embargo, no sería algo nuevo en Navarra porque entre 1957 y 1966, la Diputación foral examinó y premió por hablar esta lengua a 6.197 niñas y niños de muchas localidades. En 1940 se fundó la Institución Príncipe de Viana como órgano filial de la Diputación para la gestión de la cultura en Navarra y dentro de ella, en 1957, se creó la Sección de Vascuence con el objetivo de fomentar el uso y el conocimiento del euskera. La idea principal era devolver el prestigio a esta lengua que desde el siglo XVIII, fundamentalmente, había sufrido todo tipo de varapalos, prohibiciones y menosprecios. Por ello organizaron estos exámenes en colaboración con los párrocos y muchos maestros y maestras, y bajo la dirección del incansable Pedro Díez de Ulzurrun. Los pequeños y sus familias recibían en sus pueblos a unos señores elegantemente vestidos, que venían en nombre de la Diputación Foral y les entregaban un diploma y una cartilla de la Caja de Ahorros con una cantidad de dinero (entre 50 y 200 pesetas) si demostraban que sabían hablar esta lengua. Y nadie lo veía mal. En aquella época el navarrismo foralista de derechas todavía no era euskarófobo, como ahora. Esto empezó en los 80 con Del Burgo a la cabeza y se está extendiendo a otros sectores políticos y sociales. Todo eso hace que ahora, como entonces, como siempre, siga siendo fundamental la labor de prestigio del euskera. ●