La agenda social del nuevo gobierno
El cambio del gobierno surgido después de la moción de censura presentada por el PSOE y aprobada por la mayoría del Parlamento abre un nuevo escenario. Sin duda, uno de los principales retos será el de afrontar una nueva agenda social que supongan un mejor reparto de la riqueza, que permita mejorar y garantizar el presente y futuro de las pensiones, la lucha contra la pobreza y la desigualdad y la mejora de los salarios. Esa es, sin duda, la hoja de ruta que el nuevo presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, tendría que tener como prioridad para mejorar cuanto antes la vida de las personas que peor lo están pasando, a consecuencia de los recortes que el PP ha aplicado en estos últimos años.
El malestar social ante una salida injusta de la crisis tuvo, junto con las protestas del 8 de marzo, su punto álgido en las movilizaciones a favor de las pensiones públicas y su revalorización. CCOO inició el pasado octubre una marcha general por todo el Estado que unió a miles de pensionistas.
Después de aquello un movimiento social plural ocupó las calles por unas pensiones dignas, fue un momento en la que gente diferente fuimos capaces de unirnos. Tras esas movilizaciones el Gobierno llegó a un acuerdo con el PNV con la intención de, por un lado, disminuir la intensidad de las movilizaciones y, por otro, acordar una medida coyuntural y transitoria y por lo tanto propagandística y electoral. Este acuerdo entre el PNV y el PP no responde a nuestras reivindicaciones y deja además muchas incógnitas e incertidumbres. No sabemos si la subida de las pensiones al IPC para este año tendrá carácter retroactivo a enero de 2018 o no. Tampoco hay nada por escrito sobre la cláusula de revisión a final de año, pues tal y como pedimos, para que no haya pérdida de poder adquisitivo no solo hay que subir las pensiones al IPC previsto, sino que hay que revisar las mismas una vez que el IPC sea definitivo, ya que si no se hace puede seguir habiendo pérdidas.
Es importante hacer del sistema público de pensiones algo sostenible y seguro. Y se puede, hay de hecho multitud de propuestas para hacerlo así, solo falta voluntad política. En Navarra, como lo explicó un informe de nuestro sindicato, el 40% de las pensiones están por debajo de 700 euros, y 14.000 personas no llegan ni a 400 euros de pensión.
Los retos de una población cada vez más envejecida requieren medidas que fortalezcan de verdad el Estado del bienestar, que es el garante no solo de la calidad de vida de las mayorías sociales, sino el que asegura la cohesión y la igualdad de una sociedad castigada por los recortes.
Estos datos que demuestran el desigual reparto de la riqueza ocultan una realidad que es especialmente grave para las mujeres ya que sus pensiones de jubilación son un infinitamente más bajas que las de los hombres. Cuando la economía crece por encima del tres por ciento la situación en que se encuentra la Seguridad Social es poco menos que preocupante, la hucha de las pensiones en tan solo cinco años, el Gobierno de Rajoy ha sacado más de 66.000 millones de euros del Fondo de Reserva de la Seguridad Social. Entre el año 2017 y 2018, el Gobierno del PP solicitó un crédito cercano a los 25.000 millones de euros para no dejar la hucha sin fondos. Esta situación de financiación con préstamos requiere cuanto antes medidas para fortalecer ingresos del sistema, fundamentalmente con las cotizaciones. La precariedad del empleo y la situación de los salarios son sin duda otro factor importante que repercute muy negativamente en los ingresos de la Seguridad Social, mejorar los salarios de los jóvenes, revertir la reforma laboral y la de la Seguridad Social del año 2013 facilitaría a futuro mejorar los mismos.
La legitimidad del sistema de pensiones exige garantías y confianza a las generaciones más jóvenes de que percibirán prestaciones/pensiones comparables a las que contribuyen a financiar, la situación requiere cuanto antes medidas políticas que aborden con seriedad y con urgencia esta preocupante situación. Asimismo, CCOO insiste en la necesidad de que todas estas materias sean abordadas tanto en el marco del Pacto de Toledo como en la correspondiente mesa del diálogo social. El sistema público de pensiones requiere visión a largo plazo y el máximo consenso posible, más que improvisaciones motivadas por necesidades coyunturales. Es necesario equilibrar la estructura de ingresos de la Seguridad Social, aumentar los procedentes de cotizaciones y la aportación desde los Presupuestos del Estado.
El Sistema Público de Pensiones, uno de los pilares del Estado de bienestar, que tanto esfuerzo ha costado levantar, no puede convertirse en moneda de cambio o contrapartida del juego político. Esto no es lo que los millones de pensionistas hemos reclamado en la calle, por eso y porque seguimos teniendo razones no vamos a abandonar las movilizaciones.
CCOO y la federación de pensionistas seguiremos movilizándonos conjuntamente con la gente trabajadora, con personas jóvenes y con el conjunto de la sociedad hasta conseguir unas pensiones dignas y garantizar a presente y futuro el sistema público de pensiones. ●
El autor es secretario general de la Federación de Pensionistas de CCOO