La sinrazón como razón de Estado
La sinrazón como razón de Estado, así es como mejor se define lo que en el último año y medio, largo, estamos viviendo en Altsasu. Sabemos que para el nacionalismo español lo que ocurre en Nafarroa es cuestión de Estado y por eso vuelcan toda su maquinaria para mantenerla bajo control. Ejemplos de esto no faltan, como el agostazo o la reciente manifestación contra el euskera. Una maquinaria diseñada para controlar y reprimir y que, ante su carencia de argumentos, utiliza la mentira y la sinrazón.
Una sinrazón aumentada tras lo que vimos durante el juicio, o más bien farsa, desarrollado en el antiguo Tribunal de Orden Público, hoy Audiencia Nacional, con una condena injusta que únicamente recoge la versión de la Guardia Civil, ignorando todas las pruebas, tanto testificales como periciales, presentadas por las defensas y que demostraban lo ocurrido, y lo que no ocurrió, aquella madrugada de ferias de Altsasu. Ignorando pruebas, cuando no tergiversándolas como hace con los videos que todos y todas pudimos ver, en los que queda patente que los y las testigos de la acusación mintieron tanto en sus declaraciones ante los diferentes cuerpos policiales como ante el tribunal, recordemos que los testigos tienen la obligación de decir la verdad. Una condena que sigue hablando de “El plan orquestado y planificado” (sic) sin aportar una sola prueba de este extremo. Lo que las defensas demostraron fue justamente lo contrario. Una sentencia que deliberadamente ignora declaraciones de testigos que afirman que en el interior del bar no se produjo ninguna agresión o que un testigo afirmase en el juicio que su declaración ante Policía Foral había sido manipulada con posterioridad.
Es cierto que se ha conseguido desarmar una parte de este montaje, la injustificable acusación de terrorismo no han sido capaces de sostenerla. Pero esto ha traído una nueva vuelta de tuerca de esta sinrazón de (del) Estado. La venganza. Ocuparon militarmente nuestro pueblo para detener a nuestros cuatro jóvenes que aún conservaban su libertad y cuatro días después de conocerse la sentencia han sido encarcelados alegando un alto riesgo de fuga. Tras año y medio de comparecencias semanales en el juzgado, enfrentarse a peticiones de cincuenta años de prisión y acudir voluntariamente a los juzgados, se escudan en el riesgo de fuga. No son terroristas pero quieren seguir mandando el mensaje de que sí lo son. Nuestros jóvenes en prisión, mientras agresores fascistas o regios delincuentes continúan en libertad, e incluso se les permite vivir fuera del Estado.
Pero a esta sinrazón le haremos frente como hemos hecho hasta ahora. Como pueblo, con unión y con dignidad. Con la dignidad que han mostrado las familias de nuestros jóvenes. Porque la única sentencia justa es la absolución y hasta que no estén todos en casa, con nosotros y nosotras, no se habrá hecho justicia.
Por eso este sábado, día 16, tenemos una cita en Iruñea. Vamos a llenar las calles de solidaridad, justicia y dignidad al grito de “Altsasukoak aske!”. ●
Firman esta carta: Arantza Bengoetxea Intxausti, Javi Paz Miño y Haizea Ramirez de Alda Pozueta En nombre de EH Bildu Altsasu