Liédena pone en marcha un botiquín rural
Sustituirá a la farmacia local, cerrada por la despoblación, y la escasez de clientela
LIÉDENA – La próxima semana comenzará a funcionar en Liédena el denominado botiquín rural, atendido en horario reducido por Antonio Solís, el que ha sido durante doce años su farmacéutico, obligado a cerrar ante la falta de clientela.
Desplazado a trabajar a Sangüesa, fue el propio Solís quien planteó la alternativa del botiquín al Ayuntamiento y la posibilidad de ocuparse él mismo de su funcionamiento en horario reducido.
“He trabajado 12 años en la farmacia y vivo en el pueblo, les tengo afecto a mis vecinos y es precisamente la gente mayor la que más necesita el servicio, no tiene medios para trasladarse a comprarlos, así que no dudé en proponerlo”, relata el farmacéutico.
El Ayuntamiento se puso manos a la obra sin dudarlo. “Había que buscar una rápida solución pensando sobre todo en las personas mayores, las que más usan la farmacia”, expresaba el alcalde, Ricardo Murillo.
Para ello, decía, han adaptado una parte del Centro Sociocultural que ha cedido un espacio. “Lo hemos dotado con una entrada independiente, tomas de luz, calefacción y acceso a internet por wifi, necesario para poder dispensar los medicamentos. El lunes pasará la inspección y después comenzará a funcionar”.
El botiquín abrirá sus puertas de lunes a jueves en horario de 14.00 a 16.30 horas. Solo se venderán productos de tratamientos médicos que usuarios y usuarias podrán demandar tras sus consultas médicas. Liédena tiene consulta dos días por semana.
“Sabíamos que pronto pasaría esto. Cada vez somos menos, ahora no llegamos a 300 habitantes. La gente joven se va a vivir a la ciudad y quedan las vecinas y vecinos más mayores. Es la despoblación de las zonas rurales, que cada vez se acusa más, con la consiguiente fuga de servicios”, añadía Murillo.
El Ayuntamiento ha invertido 3.000 euros en el nuevo espacio, de los que el 30% ha financiado la Fundación Geoalcali.