PLANCHAS DE METAL CORROÍDAS Y HUMEDADES EN LA PASARELA DEL LABRIT
● Una ingeniería independiente analiza la estructura para hallar la causa de los desprendimientos que obligaron a su cierre en 2016
PAMPLONA – Dos técnicos del gabinete de ingeniería contratado por el Ayuntamiento para dictaminar el alcance de los daños de la pasarela del Labrit estuvieron ayer revisando la estructura, con el fin de elaborar en dos semanas el informe definitivo que determine el origen de los desprendimientos que obligaron a su cierre en julio de 2016 y aclare las responsabilidades administrativas que se pueden derivar.
Con el empleo de cámaras de grabación, los dos técnicos de la empresa IDEAM –ingeniería de reconocido prestigio con sede en Madrid– revisaron, en primer lugar, si la construcción se corresponde con el proyecto original. Estas minicámaras han permitido el acceso visual a las zonas más sensibles e inaccesibles de la pasarela a través de cinco puntos concretos que una brigada municipal se encargó de realizar en la estructura: cuatro en las conexiones laterales y una en la parte central.
De la sección de pasarela más cercana al parque de la Media Luna y de la que se sitúa sobre el frontón Jito Alai se ha retirado parcialmente la cubierta de madera empleada como suelo, dejando al descubierto evidencias muy claras del deterioro que presentan algunos materiales.
Como la plancha de metal que fue instalada inmediatamente debajo para evitar filtraciones, que ha desaparecido casi por completo por efecto de la corrosión y la que se mantiene, ofrece la misma resistencia que una hoja seca.
Son muy visibles, además, los efectos de las humedades en la parte interna de la estructura y en los refuerzos, otros de los elementos que han sido inspeccionados.
UPN PROPUSO ANDAMIOS Con estas evidencias, resulta comprensible que el equipo de
Gobierno mantuviera el cierre peatonal hasta que no se resolvieran las dudas sobre los desprendimientos, rechazando la propuesta de UPN para una apertura provisional con la ayuda de andamios para proteger la estructura.
La seguridad ha sido la cuestión prioritaria del cuatripartito a la hora de marcar las actuaciones y es la razón de que se mantenga cerrada al paso de peatones y ciclistas desde hace dos años, pese al servicio ciudadano que presta. Para reabrirla, el Ayuntamiento quería conocer previamente el estado de la pasarela y cómo debía ser reparada, teniendo en cuenta que el asunto de las responsabilidades administrativas está sin resolver.
INTERESES MUNICIPALES De cara a proteger los intereses municipales y las garantías jurídicas en la tramitación del expediente, el Ayuntamiento tomó la decisión de no intervenir en la pasarela hasta que no existiera un informe que determinara la causa de los desprendimientos.
Evitaba así que una apertura provisional hubiera podido afectar a las reclamaciones pendientes con los responsables del diseño de la obra (el equipo constituido por Boreas Nuevas Tecnologías, Óscar Pérez Silanes, Carlos Pereda Iglesias e Ignacio Olite Lumbreras) o de su construcción (Arian Construcción y Gestión de Infraestructuras y TEUSA Técnicas de Restauración).
Como los informes no eran coincidentes y existía el riesgo de terminar en la vía judicial, las dos partes directamente implicadas acordaron recurrir a una empresa independiente, que resultó ser IDEAM, para que actuara de árbitro.
Cabe recordar que el Ayuntamiento encargó un primer informe a la consultora externa INTEMAC (Instituto Técnico de Materiales y Construcciones), que detectó deficiencias en el mantenimiento de la estructura y de corrosión. Los responsables de la obra, por su parte, encargaron otro estudio, que concluyó que la seguridad estructural de la pasarela no estaba comprometida. ●