Podemos rechaza el cambio de nombre y defiende que debe hacerse por unanimidad
Apelan a un acuerdo de 1985 para denegar la solicitud de los críticos
PAMPLONA – Podemos rechaza el cambio de nombre del grupo que plantean los cuatro parlamentarios críticos con la dirección. También la fórmula mixta Orain Baipodemos, con la que el grupo afín a Laura Pérez pretende dar visibilidad a la que podría ser una futura marca electoral de la que de momento reniegan, pero cada vez parece más evidente.
Los parlamentarios Ainhoa Aznárez, Mikel Buil y Tere Sáez, afines a la dirección de Eduardo Santos, presentaron ayer alegaciones al último informe jurídico del Parlamento, que dejaba en manos de la Mesa la decisión de aceptar o no el cambio de nombre del grupo, controlado por los cuatro parlamentarios críticos. Una decisión que podría romper el propio grupo e, indirectamente, el cese de Ainhoa Aznárez como presidenta del Parlamento y la pérdida de la mayoría parlamentaria del cuatripartito en la Junta de Portavoces y en las principales comisiones. Y puede incluso que en la propia Mesa de la Cámara, el órgano que ordena el funcionamiento diario de la actividad legislativa.
Consecuencias de una ruptura en la que los socios parlamentarios han intentado mediar sin éxito de momento, mientras unos y otros se cruzan reproches y acusaciones en un intento de trasladarse mutuamente la responsabilidad de la crisis interna en la que hace tiempo que se perdió el partido que venía a cambiar la política navarra.
Será el lunes, si no hay un nuevo retraso, cuando la Mesa del Parlamento decida si acepta la solicitud de cambio de grupo planteada por los críticos. Una posibilidad que rechazan los oficialistas, que defienden que “el acuerdo parlamentario que exige unanimidad en el cambio de nombre del grupo sigue en vigor. Ningún reglamento posterior ha entrado expresamente a regular este aspecto por lo que el acuerdo de Mesa de 1985 con carácter dispositivo sería de obligado cumplimiento”.
En las alegaciones presentadas argumentan que “el acuerdo parlamentario adoptado por la Mesa de la Cámara foral el 20 de marzo de 1985, que disponía la necesidad de unanimidad para el cambio de PODEMOS RUBÉN VELASCO nombre de los grupos parlamentarios, estaría en vigor dado que ningún reglamente aprobado a posteriori ha regulado expresamente este aspecto”.
En este sentido, los tres parlamentarios en las alegaciones presentadas al informe y registradas este viernes con remisión a la Mesa, entienden que “toda vez que ya fue presentado recurso al intento de cambio de nombre se entiende no existe dicha unanimidad, por lo que decaería el mismo, atendiendo al acuerdo de la Mesa de 20 de marzo de 1985. Mostramos nuestra disconformidad con la conclusión relativa a que la comunicación realizada por el portavoz del grupo parlamentario relativa a la modificación de la denominación del mismo resulte válida a los efectos de su consideración por la Mesa, dado que según el acuerdo de 20 de marzo de 1985, y actualmente aplicable, no traía la constancia expresa de unanimidad y así se ha manifestado mediante escrito presentado por tres de los miembros del grupo parlamentario en escrito presentado el 4 de junio de 2018”, apuntan los oficialistas.
Mientras, los críticos reiteraron ayer su idea de nombre mixto como vía para garantizar la unidad hasta el final de la legislatura. Sin embargo, el parlamentario Rubén Velasco, volvía a cerrar la puerta al no ver “predisposición” en la otra parte porque no habían recibido respuesta apenas unos minutos después de hacer pública la propuesta.
“El acuerdo de la Mesa que exige unanimidad en el cambio de nombre del grupo sigue en vigor”
Comunicado
“Hemos hecho una propuesta de acuerdos mínimos pero no vemos predisposición”
Sector crítico