Entierra a su marido y un año después se presenta en casa
JAPÓN – Una mujer japonesa ha recuperado a su marido, vivo, un año después de enterrarlo. Ella denunció su desaparición en junio de 2017 y tres días después fue localizado ahogado en un río. Hace semanas se llevó la sorpresa de su vida cuando el esposo fallecido llamó a la puerta de su casa. La mujer (cuya identidad no se han facilitado) denunció la desaparición de su marido en junio de 2017. Tres días después, la policía de Tokio le informó que el cadáver del hombre, de unos 40 años, había aparecido ahogado en el río Edo. La esposa y dos familiares más identificaron al hombre, según informa el diario The Mainichi. La sorpresa de la mujer fue mayúscula cuando su marido, hace unas semanas, llamó a su puerta. Los investigadores han explicado que se confundieron con otro hombre fallecido en las mismas fechas aunque con 10 años menos, unos 30, porque tenían una estatura similar. Ahora se ha podido aclarar la identidad del hombre que ha aparecido en su casa gracias a sus huellas dactilares. Vista general del edificio Bernavento mientras es derribado de forma controlada con una implosión en Medellín (Colombia). El bloque de viviendas presentó fallas estructurales y riesgo de colapso, por lo que las autoridades locales decidieron derruirlo. padres en el programa Panim Amitiim (Caras Verdaderas, en hebreo) del Canal 10 de la televisión israelí. Tras un periodo en el que emitía sonidos ininteligibles, O’neal comenzó a hablar en inglés de modo fluido, explicaron estos vecinos del pueblo árabe de Majdal Shams, en los Altos del Golán, ocupados por Israel a Siria desde 1967.
A FALTA DE OBRAS, DINAMITA
Un pastelero se niega a hacer una tarta de boda para una pareja gay
EEUU – El Tribunal Supremo de EEUU ha dado la razón a un pastelero de Colorado que se negó a preparar una tarta de boda para una pareja de homosexuales y que fue denunciado por la Comisión de Derechos Civiles de Colorado. El pastelero, Jack Phillips, ha ganado el caso con 7 votos a favor y 2 en contra. El juez Anthony M. Kennedy explica en la sentencia que los denunciantes no han tenido en cuenta las creencias religiosas de Phillips e incluso les acusa de ser hostiles a la fe del pastelero. “La jurisprudencia establece claramente que el pastelero, como propietario de un negocio de cara al público, puede ver limitados sus derechos a la libertad religiosa por las leyes de aplicación general, pero la delicada cuestión de cuándo la práctica libre de su religión debe doblegarse” debe darse en una situación en la que “la hostilidad religiosa del Estado no sea un factor”, indica Kennedy.