UNA CUARTA PARTE DE LOS PARADOS DE NAVARRA ES MAYOR DE 55
El desempleo de este colectivo, de casi 8.000 personas, desciende cuatro veces menos
PAMPLONA – Cronificado y sin una solución fácil, el desempleo de aquellas personas cercanas a su jubilación pesa cada vez más en una bolsa de parados que se reduce poco a poco en Navarra, pero que aún engloba a 33.336 personas. En estos momentos, uno de cada cuatro desempleados tiene más de 55 años, una proporción que no ha dejado de crecer en la última década y que ilustra con crudeza la realidad que, a finales de mayo, vivían todavía casi 8.000 personas. Un 60% son mujeres.
Su número total (7.997) es inferior al que se registraba en la primavera de 2013, cuando el desempleo tocó techo en Navarra. En marzo de aquel año, 8.867 personas de más de 55 años se hallaban inscritas en las listas del Servicio Navarro de Empleo. El descenso llega al 10% (frente al 40% de media), pero se ha labrado prácticamente en el último año, cuando la mejoría del empleo se ha dejado sentir con mayor intensidad. Entre los que tienen 55 y 59 años, el paro ha bajado en los doce últimos meses más de 11%. Pero ha crecido más de un 1% entre quienes tienen 60 y 65 años, un colectivo de 3.834 personas cuya empleabilidad resulta especialmente difícil.
Lo confirmaba esta misma semana un estudio de Adecco, que señalaba que “el 42% de los currículos de profesionales mayores de 55 años son descartados de forma automática en Navarra”. Según Francisco Mesonero, director general de la Fundación Adecco, “detrás de esta realidad está el factor demográfico: cada vez hay más población mayor de 55 años que va ganando peso sobre el total de parados. Sin embargo, también es significativa la cronificación de su desempleo: encuentran grandes dificultades para colocarse o reengancharse al mercado laboral, con lo que no consiguen abandonar las listas del paro. Esto conduce, en muchos casos, al trabajo en la economía sumergida, dejando a estos profesionales desprotegidos y expuestos a la precariedad y exclusión”.
Según este mismo estudio, los prejuicios son la razón subyacente: un 65% de los reclutadores opina que el profesional sénior no encajará porque la mayoría de la plantilla es joven, un 18% cree que exigirá una remuneración mayor y un 17%, que sus competencias estarán desfasadas. Y, de hecho, cerca de un 70% de los profesionales de recursos humanos no ha seleccionado a un trabajador mayor de 55 años durante el último año. “Son estereotipos que urge erradicar –explica Mesonero–. Si queremos ser competitivos, como empresas y como sociedad, debemos desechar estas creencias estereotipadas y evolucionar la mentalidad, entendiendo la Diversidad y el intercambio intergeneracional como factores indiscutibles de productividad”.
Pese a que la tendencia es a evaluar a los candidatos en base a criterios cualitativos, que nada tienen que ver con datos sociodemográficos, un reciente informe de Adecco e Infoempleo señalaba que una de cada cuatro ofertas de trabajo sigue incluyendo el factor edad. “A veces resulta difícil acreditar y certificar cualidades menos tangibles, lo que provoca que la valoración de otros aspectos más cuantificables, como la edad, cobren un mayor protagonismo.
En este sentido, Francisco Mesonero señala que “es alarmante que siga incluyéndose el factor edad en las ofertas de trabajo, no sólo por la discriminación que conlleva, sino por una cuestión de competitividad. En ningún caso la edad garantiza la adecuación del candidato al puesto de trabajo y, además, desechar a un profesional por tener más de 45 o 50 años es renunciar a la diversidad de valores que un sénior puede aportar, como la experiencia o la madurez”. ●
“En ningún caso la edad garantiza la adecuación de una persona a su puesto de trabajo”
FRANCISCO MESONERO Director Fundación Adecco