“Las doce comarcas van a fortalecer el desarrollo económico”
Una estructura local moderna, arraigada, fuerte y bien financiada: la reforma del mapa para “equilibrar y cohesionar” el territorio llega 25 años después al Parlamento
PAMPLONA – ¿La creación y definición de las doce nuevas comarcas es el principal logro de la nueva reforma administrativa tras un largo proceso de más de dos años de trabajo y 117 alegaciones y propuestas al proyecto base?
–El primer documento que se hizo tenía una base sólida que es la Estrategia Territorial de Navarra que ha ido modificando en función de los criterios de las propias entidades locales. Se trata de una apuesta por el fortalecimiento de la administración local que en los últimos años había perdido peso. Por otro lado, en Navarra había una tendencia en materia de financiación a acudir a subvenciones finalistas que es una manera de financiar a los ayuntamientos con un tutelaje del Gobierno. Fortalecer por medio de la comarcalización las entidades locales va a hacer que los servicios estén mejor financiados y gestionados por entidades más próximas a la ciudadanía. Ahora bien si por ejemplo la Comarca de Pamplona no está dispuesta a compartir recursos con las zonas de Navarra más deprimidas a nivel económico evidentemente tendremos problemas...
¿A qué se refiere?
–Por ejemplo, que a la hora de hacer el reparto del fondo de transferencias de las Haciendas Locales se valore un poco más aquellas zonas que tienen mayores problemas de desarrollo porque son más deprimidas a nivel económico o a nivel de población. Lo que no podemos es trasladar el modelo de Pamplona a toda Navarra. Hay que buscar fórmulas síntesis en las que todos tenemos que hacer un esfuerzo.
¿De la Carta de Capitalidad de Pamplona se ha hablado?
–No se ha hablado. Eso llegará en un momento dado. Es una ley marco que sienta unas bases pero luego hay que hacer una reforma económica en profundidad y de financiación. Hay que hacer un análisis de todos los servicios, unos módulos de coste por servicio para aplicarlo a las distintas entidades locales y ver las diferencias entre zonas rurales y urbanas, y tenerlo en cuenta a la hora de financiar. La idea es establecer una fórmula de reparto de las transferencias locales con nuevos criterios y proporciones. Las comarcas se tienen que crear por ley foral y con los municipios a favor. Se parte de la voluntariedad de los ayuntamientos aunque también se fijan opciones en las que el Gobierno no podría oponerse si hubiera dos quintas partes de municipios o la mitad del censo en contra... –Es importante la participación de las entidades locales en la creación de cada comarca. Crear cada una de ellas es un proceso que se puede prolongar hasta dos años desde que se apruebe la ley marco. Es necesario que se junten entre ellas. Es algo motivador. Hay cinco competencias que se van a asumir pero a lo mejor hay alguna más que se quiere añadir. O se quiere que en una zona los representantes por ayuntamientos no sean sólo en función de la población sino uno por cada municipio... Hay multitud de cuestiones sin cerrar y las tienen que ultimar cada una de las comarcas con los agentes implicados en ellas. De entrada las comarcas asumirán residuos, agua, servicios sociales, ordenación del territorio a nivel comarcal porque los ayuntamientos mantienen sus competencias a la hora de dar licencias y diseñar sus planes urbanísticos, y también podrán definir planes sectoriales de incidencia supramunicipal, planes comarcales o ponencias de valoración catastral a nivel comarcal. La comarca también asumirá los servicios
“En Navarra habría que hacer una apuesta por llevar industria a otras zonas que no fueran la Comarca de Pamplona”
“Es un problema de toda Europa lograr un desarrollo equilibrado entre la ciudad y el resto del territorio”
“La subcomarca (Pamplona) no va a tener trabajadores propios, la gestión va a depender de comarca ”
“El nuevo reparto del fondo de las Haciendas Locales deber hacer realidad el equilibrio territorial en Navarra”
administrativos en ayuntamientos que sean de menos de 1.500 habitantes en secretaría y de 3.000 en intervención. Cuando no lleguen a 1.500 habitantes será la comarcal la encargada de prestar ese servicio. Los concejos tendrán así un servicio de secretaría para llevar las cuentas y levantar las actas de las reuniones.
¿En qué ganan los concejos?
–Hay una propuesta para que los concejos que así lo entienden tengan la ayuda de su Ayuntamiento y, si el Ayuntamiento no lo quisiera, de su comarca para llevar a cabo sus funciones como solicitar una licencia de obras.
¿Cómo se garantiza el equilibrio territorial?
–El hecho de que haya una planta local moderna supone contar con una estructura municipal fuerte y siempre es la base del desarrollo en cualquier zona. En el Pirineo por ejemplo, si los ayuntamientos son débiles, no tienen recursos y no están bien organizados, evidentemente no van a poder plantear iniciativas de desarrollo económico, ayudas para el sector primario, para turismo... A partir de esta planta local fuerte se abre un abanico de posibilidades. El Gobierno tiene a su ve en la comarca un apoyo para ir ejecutando mucho mejor políticas globales que ahora eran mucho más dificultosas. Lo mismo ocurre con los ayuntamientos. Pueden delegar aquellas competencias que no pueden hacer bien o las que quieran en la comarca. Se hablaba de criterios correctivos como la despoblación en esa futura financiación local. –La reforma de las haciendas locales se tiene que atar para septiembre de 2019.
¿Cómo quedan representadas las comarcas en esa fórmula mixta que combina ayuntamientos y población?
–Todas las comarcas van a tener presidencia, junta de gobierno y asamblea. Las dos primeras las elegirá la asamblea. Dos tercios de los miembros de la asamblea son por elección de los ayuntamientos y un tercio de forma proporcional, en función de los resultados electorales, en el ámbito territorial. Si en la futura comarca del Arga por ejemplo son 100 miembros: 66 serán por designación de los ayuntamientos que previamente deberán decidir cuántos miembros quieren estar en esa asamblea y en base a qué criterios se van a repartir; y otros 33 en base a los resultados electorales del porcentaje de cada partido en la suma del territorio.
Se ha encargado un estudio de costes. ¿Se prevén ahorros al desaparecer, por ejemplo, 65 mancomunidades?
–Queremos ver el ahorro que supondría pasar a las doce comarcas y suprimir los entes supramunicipales. No hablo de gastos laborales pero sí de estructura, gerencia, dietas, sede... que al reducirse supondría un ahorro. Por otro lado, al comarcalizar algunos servicios los contratos a economía de escala nos saldría más baratos, por ejemplo el mantenimiento de sistemas de abastecimiento o residuos.
¿Y la solución para secretarios interinos cuando llega?
–En Navarra ahora tenemos tres tipos de secretarios, y muchos interinos por dejación del Gobierno. La ley dice que a partir de su aprobación, a los tres meses, se prepare el concurso oposición. Se valorará la antigüedad de un 30% en el concurso como mérito para los que lleven 20 años de interinidad, y el resto de forma proporcional al tiempo que ocupen. Y el resto de la prueba se valorará en función de la oposición.
¿Qué papel juegan las subcomarcas en el nuevo mapa?
–Dentro de las comarcas, de municipios que se ha entendido que tienen que caminar juntos se pueden dar zonas que sean manifiestamente diferentes. Por ejemplo, en el caso de Pamplona con un entorno urbano muy marcado. Burlada y Erice de Iza (subcomarca Valles) son realidades diferentes y algunos servicios tienen que tener un tratamiento específico. La organización de los servicios sociales se puede hacer de forma comarcalizada o subcomarcalizada. La subcomarca en ningún momento va a tener trabajadores propios. Existirá un consejo de la subcomarca que le podrá decir a la comarca cómo va a actuar en ese territorio. Hay servicios que ya funcionan así en la MCP como ocurre con las villavesas. –El transporte urbano lo tendrá que gestionar la subcomarca de Pamplona, como hasta ahora lo hacía la MCP, y esos ayuntamientos tendrán que ponerse de acuerdo en esa organización. La gestión es de la comarca pero quien va a decidir sobre ese tema no serán los ayuntamientos sino Burlada y el resto de municipios representados en la asamblea de la comarca pero dentro de la subcomarca Pamplona. Los trabajadores de esa mancomunidad serán subrogados. ¿Qué esperanza tiene de aunar mayor consenso que el cuatripartito en una reforma de este calado? UPN la rechaza y el PSN en la MCP también ha expresado su oposición. –La reforma es una necesidad
para toda Navarra y eso lo ven todos los partidos políticos. Requiere de mayoría absoluta de 26 sobre 50 pero me gustaría y sería lo deseable para Navarra que se votara por un margen más amplio. En este momento va a ser importante conocer el posicionamiento de la FNMC, esa pluralidad de nuestros ayuntamientos, lo que opinan la mayoría de los ayuntamientos de Navarra. Por otro lado, falta el debate parlamentario donde podemos llegar a acuerdos más amplios manteniendo lo fundamental de la ley
¿Cuál sería la primera decisión que le gustaría tomar en una mesa con los presidentes de las futuras comarcas?
–Me gustaría que la primera decisión con las nuevas comarcas fuera aprobar con ellas un nuevo reparto de las Haciendas Locales que suponga hacer realidad eso que llamamos equilibrio territorial.
¿Tiene claras las zonas más desfavorecidas?
–Las zonas más deprimidas en desarrollo económico en Navarra son, sobre todo, la pirenaica y prepirenaica, y luego la zona de Tierra Estella. También hay mucho que mejorar en la Ribera, en el valle de Aragón, en la zona media... Que Navarra sea fuerte y equilibrada en su desarrollo a largo plazo me va a ayudar a mí también como entidad local, a las más fuertes y las más pequeñas, para caminar hacia una Navarra cohesionada. De hecho, en la agenda de Naciones Unidas 2030 se recalca el equilibrio territorial y la UE ha hecho suyos esos objetivos porque se ha dado cuenta que dentro de la Europa desarrollada, en países como Alemania, en Berlín y Brandenburgo pasa algo parecido. Todos los habitantes se concentran en Berlín y tienen problemas para lograr un desarrollo equilibrado en esa zona. La despoblación de zonas rurales está suponiendo un grave problema tal y como ha alertado la FNMC... –En Navarra habría que hacer una apuesta por llevar industria a otras zonas que no fueran la Comarca de Pamplona. ¿Por qué no potenciar por ejemplo la industria en Lumbier, Sangüesa o Aoiz que sería un referente para le Pirineo? Ya está Gamesa en Aoiz.. Dando facilidades a las empresas con terrenos más baratos. ●