“Hay competencias sin definir y de las que dependerá el reparto del fondo”
PAMPLONA – En el texto final del proyecto de ley desaparece el porcentaje del 10% que se atribuía a los entes locales en el reparto de la Hacienda Foral. ¿No ha sido posible garantizar este aporte fijo? –El problema de establecer porcentajes es que tienen que estar siempre sostenidos en unos criterios rigurosos. No vale decir un mínimo de un 10% cuando la reforma plantea una nueva distribución competencial. Hay competencias que son muy importantes y que están sin definir, por ejemplo el pago de los montepíos de los funcionarios municipales. No es lo mismo que quede esa competencia en los ayuntamientos porque habrá que dotar al fondo de la cuantía suficiente para hacer frente a su gasto, que lo asuma el Gobierno porque son 50 millones. Ahora se hace de forma compartida. Otra es la educación infantil, y hay un sentir general para darle una dimensión educativa a este servicio. Lo lógico es que lo gestione el Gobierno por lo que aumentaría mucho el gasto y habría que detraerlo del fondo. Está también el mantenimiento de los centros comarcales de educación de Primaria, que recae en los municipios que son cabecera de comarca, los consultorios y escuelas música... el mantenimiento de los polígonos de desarrollo económites co e industrial, las bibliotecas que es una competencia que en muchos pueblos es municipal (el material lo pone el Ayuntamiento pero el personal lo contrata el Gobierno). Y si los trabajadores pasasen al municipio habría que financiar ese gasto. Son servicios importantes, si quedan en manos del Ayuntamiento hay que aumentar la dotación actual, y si fuera al revés se detraería.
La nueva horquilla de tipos de gravamen al final va a suponer un incremento de la contribución urbana. ¿Se quiere que los ayuntamientos recauden más?
–A nivel de fiscalidad en Navarra hay bastantes diferencias entre territorios y ayuntamientos según sus recursos. Se dan casos de vecinos que pagan diferente contribución con viviendas similares y servicios similares por pertenecer a diferen- municipios. Y no nos parece justo. Es el caso de Erripagaina o Buztintxuri y Nuevo Artica. No tiene los mismo criterios de valoración. Las ponencias de valoración por ley se deben revisar cada cuatro años pero muchos municipios lo incumplen, por lo que podrían tener sanciones o detracciones en la parte del fondo que les corresponde. Hemos reducido la horquilla de los tipos de gravamen para evitar precisamente que exista esa diferencia. Se aumenta un poco el tipo porque así los ayuntamientos tienen más ingresos. Si tengo un inmueble que está valorado catastralmente en 100.000 euros y los tipos son entre 0,1 y 0,5 se puede pagar 100 o 500 euros al año. Al subir el mínimo a 0,25 sería 250€. Como mucho se podría doblar no multiplicar por cinco como hasta ahora.
“Mantenimiento de colegios, escuelas infantiles, bibliotecas, montepíos... Hay que hacer un reparto”
“No es justa la actual fiscalidad en los municipiosy se sube al 0,25 el mínimo del tipo de contribución”