Una llamada amenazante a Eslava hizo que los fallecidos fueran a Cáseda
Los detenidos telefonearon al domicilio de Fermín Jiménez para avisarle de que se dirigían al pueblo
PAMPLONA/CÁSEDA – Entre las diligencias llevadas a cabo por la Policía Foral y la Guardia Civil para esclarecer la autoría y las circunstancias del triple homicidio de Cáse- da, ayer se reclamó a los tres detenidos el acceso a sus teléfonos móviles para analizar las posibles comunicaciones que llevaron a cabo antes o después del suceso. En este sentido, por los datos recabados por este periódico, instantes antes del trágico encuentro en Cáseda, sobre las 17.00 horas, se habría producido una llamada de los agresores al domicilio familiar de Fermín Jiménez Echeverría en Eslava, con objeto de anunciarle en “tono amenazante” que se dirigían a Cáseda, al domicilio de Julio (marido de Amparo, de la que se estaba separando).
Tras esta comunicación, Fermín y su hijo Cristian se montaron juntos en el vehículo y se dirigieron a Cáseda, donde residen tanto Julio, como su hermano José Antonio, otro de los fallecidos, quien hizo el viaje a la inversa: alertado por la llegada de la familia de Muniáin de la Solana, trasladó a su mujer e hija hasta Eslava para que estuvieran en un lugar seguro y regresó otra vez a Cáseda para ofrecer ayuda a sus hermanos y a su padre.
Las desavenencias entre las familias y los problemas de la pareja eran conocidos por la comunidad gitana de Cáseda, ya que algunos de sus integrantes, al saber el martes que Amparo Jiménez habría regresado al pueblo con la intención de retomar la relación con Julio Jiménez, vaticinaron que “posiblemente algo iba a pasar”. La joven había abandonado la localidad el pasado día 9 de septiembre, último día de las fiestas patronales.