Silencio total en un gran despliegue policial
EFECTIVOS POLICIALES Y LA PRESENCIA DE NUMEROSOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN ROMPIERON LA RUTINA MATINAL EN AOIZ
La presencia policial, con controles a la entrada de la villa, y numerosos medios de comunicación apostados frente a los juzgados de Aoiz desde primeras horas de la mañana de ayer, rompieron la imagen habitual de la calle Nueva agoizka en una mañana de viernes. “El pueblo está tomado y nunca había habido tantas cámaras. Estamos acostumbrados a que vengan policía y medios a la puerta del juzgado, pero nunca ha habido tantos como hoy”, señalaba una de las vecinas entre la treintena que esperaba la llegada de los tres acusados por el triple homicidio de Cáseda, Juan Carlos Jiménez Jiménez, de 53 años y sus dos hijos, Juan Carlos y Emilio, de 22 y 18 años respectivamente, para su comparecencia.
La imagen cotidiana de la mañana se alteraba solo en las inmediaciones de la sede judicial y no fueron pocos los vecinos que optaron por darse la vuelta y tomaron vías alternativas para no presenciar el hecho. En la casa consistorial, enfrente, la jornada municipal transcurría con total normalidad . El Ayuntamiento había pedido presencia de la Policía Foral, “simplemente por prevención”, declaraba el alcalde Unai Lako en el desarrollo de su trabajo.
“No nos gusta estar en el punto de mira por estas causas, preferimos ser portadores de buenas noticias”, se sucedían los comentarios en referencia a la reciente elección de la joven agoizka Amaia Izar Leache como Miss World Spain.
Sin embargo, Aoiz es la sede de los Juzgados de Primera Instancia e Instrucción nº 1 y 2 y a éste último llegaron al filo del mediodía los tres detenidos, precedidos minutos antes de un furgón de la Policía Foral que hizo una entrada a juicio de los presentes “muy exagerada. No hace ninguna falta esta exhibición que ha dejado en el aire el olor a goma quemada, ni entrar a esta velocidad en el casco urbano y cogiendo una curva”, comentaba un vecino indignado a la entrada del pueblo.
LLEGADA Escasos minutos después, llegaron los detenidos en una comitiva formada por cuatro coches y una furgoneta en la que viajaba el padre, mientras que los dos hijos salieron juntos de uno de los coches. Los tres encapuchados entraron de uno en uno en el Juzgado en medio de un absoluto silencio. No hubo ni un grito. Para entonces, miembros de la Policía Foral habían cortado la calle. Entre la vista, en la que no hubo declaraciones, y los trámites, el acto se extendió durante más de dos horas al cabo de las que la Fiscalía, en base a las pruebas, solicitó prisión para el padre y libertad provisional para sus hijos. Pasadas las 16.00, abandonaron Aoiz entre máxima seguridad. ●