La incorporación de Cajasol a Banca Cívica se hizo “rápido”, en un momento de inestabilidad y sin debate
Control no fiscalizó la operación clave que marcó el futuro de Can y que cuestionó el Banco de España
PAMPLONA – Un episodio que refleja bien la deriva de Caja Navarra es el relativo al papel que la comisión de control ejerció sobre la que quizá fue la operación más trascendental de la historia de la entidad: la incorporación –sobre la bocina– de Cajasol a Banca Cívica. La caja andaluza, enorme y quebrada, terminó por lastrar la aventura bancaria que ya habían iniciado Caja Burgos, Caja Canarias y Caja Navarra y tuvo mucho peso en que, finalmente, Caixabank tuviese que salir al rescate. Pues sobre la decisión de si incluir o no a Cajasol en la operación, José Antonio Sarría dijo que se hizo “en un periodo corto de tiempo”, “muy rápidamente”, con negociaciones que se llevaban “en secreto” y en medio de unas circunstancias globales “tremendamente cambiantes”. Tanto que, según aseguró el exdirectivo, la noticia de la incorporación “sorprendió a algunos miembros de la comisión de control”.
Pero no fueron sólo las circunstancias de la operación (que suenan a “temeridad”, como dijo Koldo Martínez, de Geroa Bai) lo que afearon ayer los parlamentarios de la comisión. También cuestionaron a Sarría por el papel de mero espectador que desempeñó precisamente el órgano que estaba llamado a controlar que las operaciones de la dirección y el consejo no pusiesen en riesgo a toda la entidad.
NADIE DUDABA Apenas supo qué decir Sarría cuando le preguntaron dónde estaba el control, reflejado en unas actas prácticamente “de reporte”, como ilustró Arantxa Izurdiaga (EH Bildu) cuando rescató el tema en su turno de palabra. “¿Nadie dudaba, nadie preguntaba? ¿La incorporación de Cajasol se zanja sin ninguna discusión en la comisión de control?”, preguntó Martínez. “Que no se reflejen en las actas no quiere decir que no se cuestionase”, trató de defenderse Sarría, apelando a la buena voluntad de los parlamentarios. La misma salida voluntarista que cuando consideró que el Banco de España pusiese en duda la operación en un demoledor informe de 25 de mayo de 2010 significaba sólo que el plan “era incompleto y había que mejorarlo, nada más”. Terminó por resignarse: “No creo que fuese un acto de fe. Caja Navarra sí comprobó las características de Cajasol”. Pero es que “las circunstancias eran tremendamente cambiantes”. Fue una tormenta, concluyó, recurriendo al fenómeno meteorológico excusatorio.
“No fue un acto de fe. Lo que pasa es que las circunstancias eran muy cambiantes” JOSÉ ANTONIO SARRÍA Expresidente de la comisión de control