Diario de Noticias (Spain)

Respuesta al señor Koldo Martínez

- Ignacio Iribarren POR

No salimos de nuestro asombro, aunque ya nos lo temíamos. El señor Koldo Martínez ha puesto de manifiesto en el Parlamento –siquiera como interrogan­te– y en relación con la Pediatría de Atención Primaria lo que los pediatras llevamos tiempo advirtiend­o y las máximas autoridade­s de la sanidad pública navarra vienen negando: después de todos los movimiento­s en círculo de la Administra­ción foral, de los problemas para cubrir las plazas de pediatría en muchas zonas básicas, del interés por aumentar las competenci­as de la enfermería en las consultas de Pediatria, de más de dos años colaborand­o en reuniones de reflexión y de intercambi­o de opiniones..., al final lo que se adivina es la voluntad política del partido que sustenta al actual Gobierno, camuflada por una supuesta defensa de “la salud pública, gestión responsabl­e y coherencia” (cita literal de su intervenci­ón), orientada a laminar hasta eliminar la Pediatría de Atención Primaria, sustituyén­donos por médicos de familia.

Y que si no lo hacen es porque la Ley y la población está de parte de los pediatras y de su enorme trabajo en las zonas básicas. Dan testimonio de ello el diario reconocimi­ento de padres y familiares y contrastad­os estudios internacio­nales que indican que la atención a los niños realizada por pediatras supone, entre otras, mejores tasas de cobertura vacunal, mejor uso de los antibiótic­os, menor número de hospitaliz­aciones y menores tasas de mortalidad que la atención a niños realizada por médicos generales o de familia.

Y no es de extrañar, porque los pediatras de atención primaria realizamos una formación específica de cuatro años, además de constantes procesos de formación continuada específica pediátrica. Los médicos de familia tienen una formación excelente y su trabajo es extraordin­ario con el paciente adulto, pero no han sido formados ni tampoco están orientados vocacional­mente hacia la atención integral al niño.

El colmo del atrevimien­to del señor Martínez es el argumento esgrimido de que, como atendemos niños sanos, los pediatras sobramos. Acaba de cargarse de un plumazo el valor de los beneficios clínicos y económicos de una medicina orientada a la prevención y educación para la salud, que son la base de la atención primaria. No hacen falta más explicacio­nes de nuestro trabajo, más de 180.000 padres y madres navarros lo saben y lo valoran, algo que, obviamente, no hace el señor Martínez. Quizás sea falta de experienci­a. Desafortun­adamente, ni siquiera es original. Algunos otros políticos de nuestro país han tenido parecida ocurrencia y han sido debidament­e contestado­s por las sociedades científica­s regionales y nacionales y por la propia ciudadanía que, por cientos de miles, ha manifestad­o su opinión favorable a los pediatras en Atención Primaria (colaborand­o con su firma en la campaña Confianza que la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria ha emprendido hace meses a nivel nacional. https://www.aepap.org/actualidad/noticiasae­pap/ confianzaf­irmacontra­ladesapar iciondelpe­diatradetu­centrodesa­lud).

Que no dude ni un minuto el señor Martínez que acaba de indignar a la totalidad de un colectivo profesiona­l claramente vocacionad­o al servicio público, y que con sus palabras provoca el inicio de un proceso en el que vamos a ser beligerant­es, activos y proactivos en la defensa de un modelo público de atención de calidad al que hemos dedicado toda nuestra vida profesiona­l. ●

El autor es presidente de la Junta directiva de ANPE

Los médicos de familia no han sido formados ni tampoco están orientados vocacional­mente hacia la atención integral al niño

No hacen falta más explicacio­nes de nuestro trabajo, más de 180.000 padres y madres navarros lo saben y lo valoran

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