Respuesta al señor Koldo Martínez
No salimos de nuestro asombro, aunque ya nos lo temíamos. El señor Koldo Martínez ha puesto de manifiesto en el Parlamento –siquiera como interrogante– y en relación con la Pediatría de Atención Primaria lo que los pediatras llevamos tiempo advirtiendo y las máximas autoridades de la sanidad pública navarra vienen negando: después de todos los movimientos en círculo de la Administración foral, de los problemas para cubrir las plazas de pediatría en muchas zonas básicas, del interés por aumentar las competencias de la enfermería en las consultas de Pediatria, de más de dos años colaborando en reuniones de reflexión y de intercambio de opiniones..., al final lo que se adivina es la voluntad política del partido que sustenta al actual Gobierno, camuflada por una supuesta defensa de “la salud pública, gestión responsable y coherencia” (cita literal de su intervención), orientada a laminar hasta eliminar la Pediatría de Atención Primaria, sustituyéndonos por médicos de familia.
Y que si no lo hacen es porque la Ley y la población está de parte de los pediatras y de su enorme trabajo en las zonas básicas. Dan testimonio de ello el diario reconocimiento de padres y familiares y contrastados estudios internacionales que indican que la atención a los niños realizada por pediatras supone, entre otras, mejores tasas de cobertura vacunal, mejor uso de los antibióticos, menor número de hospitalizaciones y menores tasas de mortalidad que la atención a niños realizada por médicos generales o de familia.
Y no es de extrañar, porque los pediatras de atención primaria realizamos una formación específica de cuatro años, además de constantes procesos de formación continuada específica pediátrica. Los médicos de familia tienen una formación excelente y su trabajo es extraordinario con el paciente adulto, pero no han sido formados ni tampoco están orientados vocacionalmente hacia la atención integral al niño.
El colmo del atrevimiento del señor Martínez es el argumento esgrimido de que, como atendemos niños sanos, los pediatras sobramos. Acaba de cargarse de un plumazo el valor de los beneficios clínicos y económicos de una medicina orientada a la prevención y educación para la salud, que son la base de la atención primaria. No hacen falta más explicaciones de nuestro trabajo, más de 180.000 padres y madres navarros lo saben y lo valoran, algo que, obviamente, no hace el señor Martínez. Quizás sea falta de experiencia. Desafortunadamente, ni siquiera es original. Algunos otros políticos de nuestro país han tenido parecida ocurrencia y han sido debidamente contestados por las sociedades científicas regionales y nacionales y por la propia ciudadanía que, por cientos de miles, ha manifestado su opinión favorable a los pediatras en Atención Primaria (colaborando con su firma en la campaña Confianza que la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria ha emprendido hace meses a nivel nacional. https://www.aepap.org/actualidad/noticiasaepap/ confianzafirmacontraladesapar iciondelpediatradetucentrodesalud).
Que no dude ni un minuto el señor Martínez que acaba de indignar a la totalidad de un colectivo profesional claramente vocacionado al servicio público, y que con sus palabras provoca el inicio de un proceso en el que vamos a ser beligerantes, activos y proactivos en la defensa de un modelo público de atención de calidad al que hemos dedicado toda nuestra vida profesional. ●
El autor es presidente de la Junta directiva de ANPE
Los médicos de familia no han sido formados ni tampoco están orientados vocacionalmente hacia la atención integral al niño
No hacen falta más explicaciones de nuestro trabajo, más de 180.000 padres y madres navarros lo saben y lo valoran