Un archivo en el Instituto de la Memoria de Navarra
El departamento de Relaciones Ciudadanas impulsa este proyecto desde la cultura de la paz
PAMPLONA – El trabajo de Pedro Oliver se enmarca en una acción del el Instituto Navarro de la Memoria, dependiente del Departamento de Relaciones Ciudadanas e Internacionales. Esta institución trabaja desde hace unas semanas en la elaboración de un fondo documental sobre el tema. El profesor de Historia Contemporánea en la Universidad de Castilla-la Mancha (UCLM), Pedro Oliver Olmo, dirige el equipo de investigación. Oliver también es coordinador del Grupo de Estudio sobre la Historia de la Prisión y las Instituciones Punitivas (GEHPIP), en el que se agrupan especialistas de varias universidades españolas y extranjeras.
La primera reunión de trabajo, de carácter abierto, se celebró el martes 2 de octubre en el Museo de Navarra. Esta línea de trabajo se inscribe dentro del programa que la Dirección General de Paz, Convivencia y Derechos Humanos del Gobierno de Navarra lleva desarrollando esta legislatura, dentro del objetivo de la promoción de una cultura de paz desde el respeto a los derechos humanos. En este sentido, el movimiento de objeción de conciencia, que surgió en los años finales del franquismo, apeló a valores democráticos y a un discurso sobre la justicia social que incluyese una nueva formulación de la cultura de paz y educación para la paz que contemplaba la resolución pacífica de los conflictos internos e internacionales. En el estudio se contemplan varios ejes de investigación, encaminados a la creación de un archivo de la memoria de la objeción de conciencia y de la insumisión dentro del Instituto de la Memoria. El primero contempla “reuniones de trabajo con activistas, así como con analistas y profesionales de los medios de comunicación que tuvieron contacto directo con los colectivos de esos movimientos sociales. El segundo es “elaborar un catálogo de fuentes hemerográficas y audiovisuales, incluidos los materiales grabados (radio y TV) por parte de colectivos o activistas a nivel individual”. El tercer eje busca “conocer la vida orgánica de los colectivos de objeción de conciencia y recopilar e inventariar sus archivos, crear “egodocumentos” (recopilaciones epistolares o fotográficas, autoentrevistas, autobiografías...”, dicen.