Perfil del trabajador: extranjero, sin cualificación y con más temporalidad
Derechos Sociales acordará con los agentes del sector el mecanismo de gestión de los contratos
PAMPLONA – El informe del Observatorio de la Realidad Social describe el perfil del trabajador agrario como un extranjero, sin cualificación y con contratos de alta temporalidad. Hasta ahora, el Servicio Navarro de Empleo/nafar Lansare (SNE/NL) apenas ha gestionado ofertas de empleo en el campo, ya que los agricultores no han utilizado esta vía para contratar, señalan desde el departamento. Solo como ejemplo, la directora de la oficina de Tudela del SNE, Begoña Urdiain, señaló que en todo 2018 solo habían tenido cuatro ofertas de empleo del sector primario, con 806 demandantes.
Derechos Sociales anunció que quieren reunirse con UAGN, EHNE, cooperativas y empresas agrarias para acordar el mecanismo que aplicará el Servicio Navarro de Empleo para gestionar la contratación en el sector primario. El departamento recuerda que ya el SNE se encarga de los contratos de empleo social para los ayuntamientos, unos puestos que pueden ser ocupados por perceptores de renta garantizada. “Las ofertas se llevan a cabo a través del SNE, quien contacta con los demandantes. Si la persona que cobra esta prestación rechaza la oferta de empleo sin una justificación, el Gobierno suspende la ayuda y en último término la puede extinguir”, explican. El objetivo es que el SNE gestione las ofertas de contratación dirigidas a desempleados que se adecuen al perfil que solicita el agricultor, incluidos perceptores de renta garantizada.
LA FÓRMULA Para estos últimos, el Gobierno ha diseñado un mecanismo de contratación para que encaje tanto en el perceptor de la renta garantizada como en la persona que ofrece el empleo. Según la remuneración económica, el perceptor podrá complementar su sueldo con la renta garantizada para asegurar unos “ingresos básicos”, aclaran desde el departamento. Si el trabajo ofrece un salario inferior a la renta garantizada, se puede compatibilizar con escalas: “Los primeros 300 euros están exentos. Así si una persona encuentra un trabajo por 300 euros, cobra los 600 euros de la ayuda. A partir de ahí, a más nivel de ingresos por empleo, se descuentan pequeñas cuantías de la renta garantizada. De esta forma, una persona puede cobrar hasta un máximo de 970 euros entre sueldo y renta garantizada. Pasado ese umbral, el perceptor solo cobra el salario”. Esta escala se aplica en su cuantía según el número de hijos.