Primer paso para completar el paseo del Queiles, con 13 años de retraso
Salen a concurso los trabajos por 922.500 euros después de ampliar la partida en 315.000 euros
TUDELA – Las obras para completar el paseo del Queiles desde los viales hasta la calle Díaz Bravo saldrán por fin a concurso después de 13 años de que el proyecto estuviera olvidado en un cajón por los ayuntamientos de UPN. El tripartito encargó a los arquitectos Margallo y Orgambide reducir el coste y consiguieron pasar de los 3,6 previstos en 2005 a menos de un millón de 2017. Bien es cierto que en el último pleno se autorizó una ampliación de gasto de 315.000 euros hasta llegar a los 922.508 euros previstos finalmente.
EL PROYECTO Trece años después de que el equipo de gobierno de UPN, presidido por Luis Casado, lo incluyera en sus presupuestos (en 2005), el tripartito (I-E, PSN y Tudela Puede) recuperará parte del proyecto del denominado Parque Fluvial del río Queiles, diseñado por los arquitectos Andrés Orgambide y Fermín Margallo. Si bien la idea inicial tenía un coste de 3,6 millones, y apostaba incluso por mover el curso del río Queiles, su coste se ha reducido a menos de un tercio, de los que la mitad proceden de Edusi (programa de financiación europea).
La idea es limpiar bien el cauce, dejar una línea para la permanencia del visón y crear un paseo cerca del cauce al estilo del que ya existe en el zona siguiente del Queiles. Igualmente se respetan todos los árboles del soto, se plantarán más para crear un paseo de sombra ( de unos 300 metros) y un vallado en condiciones en la zona de perros con árboles e incluso mobiliario urbano para que puedan jugar y saltar.
Además, los arquitectos indicaron que van a dejar zonas previstas para que se puedan construir unos puentes peatonales de madera y cuerda “cuando haya dinero”, ya que el coste de cada uno ronda los 125.000 euros.
HISTORIA El Parque Fluvial del Queiles, presentado en marzo de 2005, tenía como característica principal que podía convertirse en inundable cuando las avenidas del río así lo requirieran. El parque discurre entre el Puente Mancho (situado en la calle Díaz Bravo) y la rotonda de la avenida de Pamplona (ubicada en el vial de Merindades) y abarca una superficie (en forma de embudo) de alrededor de 35.000 m2. El parque contaba con una serie de puentes mirador, que permitían a los ciudadanos pasar por encima de toda la zona inundable, de manera que los tudelanos lo disfrutaban desde arriba. Se iba a empezar a construir entre junio y septiembre de 2005 pero enseguida surgieron complicaciones. En un primer momento, Ecologistas en Acción criticó la actuación por la repercusión ambiental que tendría desviar el curso del río. Posteriormente, Batzarre recurrió la adjudicación ante el TAN porque se hizo por un montante de 1,6 millones más de lo previsto inicialmente (2,3 millones). En 2007, 2008 y 2009 volvió a aparecer en presupuestos pero nunca se acometió. Hasta noviembre de 2011, el Consistorio gastó más de 2,5 millones en indemnizaciones por expropiaciones. ●