ATASCO, FRENADA Y ADIÓS A LA TERCERA
ASOBAL EL HELVETIA NO PUEDE CON EL HUESCA EN CASA, PIERDE Y ROMPE SU RACHA POSITIVA
PAMPLONA – Las victorias se venden muy caras en la Liga Asobal, cada vez más, y si no que se lo pregunten al Helvetia Anaitasuna, que ayer vio rota su senda positiva de resultados y perdió en casa ante el Bada Huesca. La oportunidad de encadenar el tercer triunfo –después de ganar a Teucro y Puente Genil– se desvaneció en un partido en el que los navarros fueron a remolque, por detrás casi siempre de un Huesca competitivo, que impuso su ritmo, desplegó sobre la pista sus armas y se llevó dos puntos más que le saben a gloria para seguir arriba.
Anaitasuna lo intentó, pero ayer las cosas no querían salir. No acertó en defensa, en ninguna de sus variaciones, eso se tradujo también en una titubeante portería y en un ataque al que le costó traspasar el muro defensivo oscense. Sólo Raúl Nantes parecía ayer tocado con una varita mágica y de su potente brazo salieron nueve goles que, sin embargo, no fueron suficientes. El lateral brasileño fue la referencia ofensiva del Helvetia ayer y sólo sus dianas parecían capaces de contrarrestar el atino goleador de Álex Marcelo, Marco Mira y compañía, bien asentados en la zaga y con un Jorge Gómez Lite acertado en la meta.
Las reacciones de Anaitasuna se quedaban en conatos. Después del 4-7 (m.11), los navarros supieron ajustar mejor su defensa, seguir tirando del acierto de Nantes sobre todo y ponerse 7-7 (m.14) gracias a un gol del serbio Mladen Krsmancic. El Helvetia había conseguido sacarse un parcial de 3/0, pero no mantenerlo. Al equipo de Aniz le costaba gestionar las superioridades, e incluso decidió adelantar y abrir su defensa con Ibai Meoki y Pere Vaquer presionando más arriba, pero el Bada Huesca no perdía su ritmo. El conjunto de Nolasco mantuvo su dominio y eso le permitió irse al descanso con un 11-13.
La brecha no era excesiva, pero el Helvetia pecó de un mal comienzo en la segunda mitad –con un parcial negativo de 1/3–, que dificultaba una reacción más contundente. El exjugador de Anaitasuna Filipe Mota ponía la máxima ventaja hasta la fecha (12-16, m.36) y obligaba a Aniz a recomponer el esquema.
De nuevo, tímidamente, parecía que la reacción era factible, con dos goles seguidos de Bazán –a la contra, casi desde el suelo, tras un pase en largo de Bols– y otro de Ugarte. Pero ayer no era el día. Primero, porque el Huesca supo jugar sus cartas, con Álex Marcelo demostrando su poderío goleador, junto con Adriá Pérez; segundo, porque sólo Nantes no podía llevar la responsabilidad en el ataque, donde Anaitasuna erró de nuevo en momentos clave; y porque algunas de las decisiones arbitrales –como pasos a Meoki, faltas o alguna exclusión– no parecieron ser las más acertadas.
Salazar y Bols seguían alternándose bajo los palos y, a falta de seis minutos (20-23) parecía que aún era posible reaccionar. Pero de nuevo los detalles –como tiros fuera en instantes claves– desbarataron esta posibilidad, más cuando el Huesca se ponía seis arriba en el último minuto (21-27). Chocarro y Nantes maquillaron el electrónico, pero este no cambió de signo. ●